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y le dijo:

«He oído la oración y la súplica que me has hecho. Consagro este templo que tú has construido para que yo habite[a] en él para siempre. Mis ojos y mi corazón siempre estarán allí.

»En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud de corazón, como hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y cumples mis decretos y leyes, yo afirmaré para siempre tu trono en el reino de Israel, como le prometí a tu padre David cuando le dije: “Nunca te faltará un descendiente en el trono de Israel”.

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Footnotes

  1. 9:3 habite. Lit. ponga mi nombre.