Add parallel Print Page Options

11 Pero cuando se acercó para darle de comer, Amnón la agarró y le exigió:

―Acuéstate conmigo, hermana mía.

12 ―¡Amnón! —gritó ella—. ¡No seas necio! ¡No me hagas esto! Tú sabes cuán grave es este delito en Israel. 13 ¿A dónde podría ir con mi vergüenza? Y tú serías conocido como el más grande perverso de Israel. Mejor habla con el rey, que de seguro él dejará que nos casemos.

Read full chapter