Add parallel Print Page Options

Hemos sido culpables de muchos pecados desde los días de nuestros antepasados hasta ahora. Pecamos y nuestros reyes y sacerdotes fueron castigados. Reyes extranjeros nos atacaron y llevaron lejos a nuestro pueblo. Se llevaron nuestras riquezas y nos humillaron. Y hoy todo sigue igual.

»Pero ahora, SEÑOR nuestro Dios, tú has sido bueno con nosotros. Nos has dejado escapar del cautiverio y nos has dado un sitio seguro en tu santuario. Nos has concedido un respiro en nuestra esclavitud y nos has dado una nueva esperanza. Éramos esclavos, pero tú no permitiste que lo siguiéramos siendo para siempre. Fuiste bueno con nosotros e hiciste que los reyes de Persia fueran buenos también con nosotros. Tu templo fue destruido, pero tú nos diste una nueva vida para poderlo reconstruir y dejarlo como nuevo. Dios, tú nos permitiste tener una muralla[a] para proteger a Judá y a Jerusalén.

Read full chapter

Footnotes

  1. 9:9 muralla Aquí se refiere a la protección de los oficiales persas y no a una pared o un muro alrededor de la ciudad.