Add parallel Print Page Options

4-6 Por eso trató amablemente a José, lo puso a cargo de su casa y de todo lo que tenía. A partir de ese momento, y gracias a José, Dios bendijo a Potifar en todo, y él no se preocupaba ya de nada, más que de comer.

Como José era muy guapo y atractivo, la mujer de su amo se fijó en él, y le propuso:

—¡Ven, acuéstate conmigo!

Read full chapter