Cuarto discurso de Job

12 A esto respondió Job:

«¡No hay duda de que ustedes son el pueblo!
    ¡Muertos ustedes, morirá la sabiduría!
Pero yo tengo tanto cerebro como ustedes;
    en nada siento que me aventajen.
    ¿Quién no sabe todas esas cosas?

»Yo, que llamaba a Dios y él me respondía,
    me he vuelto el hazmerreír de mis amigos;
    ¡soy un hazmerreír, justo e íntegro!
Dice la gente que vive tranquila:
    “¡Al daño se añade la injuria!”,
    “¡Al que está por caer, hay que empujarlo!”.
Los salteadores viven tranquilos en sus tiendas de campaña;
    confiados viven esos que irritan a Dios
    y piensan que pueden controlarlo.

»Pero interroga a los animales y ellos te darán una lección;
    pregunta a las aves del cielo y ellas te lo contarán;
habla con la tierra y ella te enseñará;
    con los peces del mar y te lo harán saber.
¿Quién de todos ellos no sabe
    que la mano del Señor ha hecho todo esto?
10 En sus manos está la vida de todo ser vivo
    y el aliento que anima a todo ser humano.
11 ¿Acaso no comprueba el oído las palabras
    como la lengua prueba la comida?
12 Entre los ancianos se halla la sabiduría;
    en los muchos años, el entendimiento.

13 »Con Dios están la sabiduría y el poder;
    suyos son el consejo y el entendimiento.
14 Lo que él derriba, nadie lo levanta;
    a quien él apresa, nadie puede liberarlo.
15 Si él retiene las lluvias, hay sequía;
    si las deja caer, se inunda la tierra.
16 Suyos son el poder y el buen juicio;
    suyos son los engañados y los que engañan.
17 Él hace que los consejeros anden descalzos
    y que los jueces pierdan la cabeza.
18 Despoja de su autoridad a los reyes
    y ata una soga a su cintura.
19 Él hace que los sacerdotes anden descalzos
    y derroca a los que tienen el poder.
20 Acalla los labios de los consejeros
    y deja sin discernimiento a los ancianos.
21 Cubre de desprecio a los nobles
    y desarma a los poderosos.
22 Pone al descubierto los más oscuros abismos
    y saca a la luz las sombras más profundas.
23 Engrandece o destruye a las naciones;
    las hace prosperar o las dispersa.
24 Priva de sensatez a los líderes de la tierra
    y los hace vagar por desiertos sin senderos.
25 Sin luz, los hace andar a tientas en medio de la oscuridad
    y los hace tambalear como borrachos.

Job responde a Sofar

12 Job tomó la palabra y dijo:

«¡No hay duda! ¡Ustedes son la voz del pueblo!
¡Cuando ustedes mueran, morirá la sabiduría!
Pero yo también tengo un poco de sesos,
y no me siento inferior a ustedes.
¿Quién no sabe todo lo que han dicho?

»Yo invocaba a Dios, y él me respondía;
¡pero ahora hasta mis amigos se burlan de mí!
¡Por ser honesto soy objeto de burlas!
“El que está por caer, ¡que se caiga!”
Eso piensan quienes se sienten seguros.
En esta vida los ladrones prosperan,
Y se sienten seguros los que ofenden a Dios.
¡Creen que Dios mismo les ha dado todo!

»Observa a los animales, y aprende de ellos;
Mira a las aves en los cielos, y oye lo que te dicen.
Habla con la tierra, para que te enseñe;
hasta los peces te lo han de contar.
¿Habrá entre éstos alguien que no sepa
que todo esto lo hizo la mano del Señor?
10 La vida de todo ser está en sus manos;
¡él infunde vida a toda la humanidad!

11 »El oído distingue las palabras,
el paladar reconoce los sabores,
12 los ancianos poseen sabiduría,
y una larga vida acumula entendimiento;
13 pero la sabiduría y el poder son de Dios,
y suya también la decisión inteligente.
14 Lo que Dios destruye, nadie lo reconstruye;
a quien él encierra, nadie puede liberarlo;
15 si él detiene las aguas, viene la sequía;
si envía lluvias torrenciales, la tierra se inunda.
16 Suyos son la sabiduría y el poder;
suyos son los que yerran y los que hacen errar.
17 Él despoja de buen juicio a los consejeros,
y entorpece el criterio de los jueces;
18 deshace las cadenas de los tiranos,
y los manda en cadena al cautiverio;
19 despoja de su poder a los sacerdotes,
y derriba del trono a los poderosos;
20 arrebata la palabra a los consejeros,
y deja a los ancianos sin inteligencia;
21 cubre de ignominia a los príncipes,
y expone a la vergüenza a los poderosos;
22 saca a la luz las fuerza ocultas,
y pone al descubierto las más densas tinieblas.
23 Por él las naciones prosperan o son destruidas;
es él quien las dispersa o las vuelve a reunir;
24 él entorpece el juicio de los gobernantes,
y los hace vagar sin rumbo por el desierto;
25 y éstos caminan a tientas, como ciegos sin guía,
y van dando traspiés, como todo borracho.