Séptimo discurso de Job

21 A esto, Job respondió:

«Escuchen atentamente mis palabras;
    concédanme este consuelo.
Tolérenme un poco mientras hablo
    y búrlense cuando haya terminado.

»¿Acaso dirijo mi queja a los mortales?
    ¿Por qué creen que pierdo la paciencia?
Mírenme, y queden asombrados;
    tápense la boca con la mano.
Si pienso en esto, me lleno de espanto;
    un escalofrío me corre por el cuerpo.
¿Por qué siguen con vida los malvados,
    cada vez más viejos y ricos?
Ven establecerse en torno suyo
    a sus hijos y a sus descendientes.
Tienen paz en su hogar y están libres de temores;
    la vara de Dios no los castiga.
10 Sus toros son verdaderos sementales;
    sus vacas paren y no pierden las crías.
11 Dejan correr a sus niños como si fueran ovejas;
    sus pequeñuelos danzan alegres.
12 Cantan al son del pandero y del arpa;
    se divierten al son de la flauta.
13 Pasan la vida con gran bienestar
    y son sepultados[a] en paz.
14 A Dios increpan: “¡Déjanos tranquilos!
    ¡No nos interesa para nada conocer tus caminos!
15 ¿Quién es el Todopoderoso para que le sirvamos?
    ¿Qué ganamos con dirigirle nuestras oraciones?”.
16 Pero su bienestar no depende de ellos.
    ¡Jamás me dejaré llevar por sus malos consejos!

17 »¿Cuándo se ha apagado la lámpara de los malvados?
    ¿Cuándo les ha sobrevenido el desastre?
    ¿Cuándo Dios, en su enojo, los ha hecho sufrir
18 como paja que arrebata el viento,
    como tamo que se lleva la tormenta?
19 Me dirán que Dios reserva el castigo
    para los hijos del pecador.
¡Mejor que castigue al que peca,
    para que escarmiente!
20 ¡Que sufra el pecador su propia destrucción!
    ¡Que beba de la ira del Todopoderoso!
21 ¿Qué le puede importar la familia que deja,
    si le quedan pocos meses de vida?

22 »¿Quién puede enseñarle algo a Dios,
    si es él quien juzga a las grandes eminencias?
23 Hay quienes mueren en la flor de la vida,
    rebosantes de salud y de paz;
24 sus caderas,[b] llenas de grasa;
    sus huesos, recios hasta la médula.
25 Otros mueren con el ánimo amargado,
    sin haber disfrutado de lo bueno.
26 En el polvo yacen unos y otros,
    todos ellos cubiertos de gusanos.

27 »Sé muy bien lo que están pensando
    y los planes que tienen de hacerme daño.
28 También sé que se preguntan:
    “¿Dónde está la mansión del noble?
    ¿Dónde están las moradas de los inicuos?”.
29 ¿No han interrogado a los viajeros?
    ¿No han prestado atención a sus argumentos?
30 En el día del desastre, el malvado se salva;
    en el día de la ira, es puesto a salvo.
31 ¿Y quién le echa en cara su conducta?
    ¿Quién le da su merecido por sus hechos?
32 Cuando lo llevan al sepulcro,
    sobre su tumba se pone vigilancia;
33 mucha gente le abre paso,
    y muchos más cierran el cortejo.
    ¡Descansa en paz bajo la tierra del valle![c]

34 »¿Cómo esperan consolarme con discursos sin sentido?
    ¡Sus respuestas no son más que falacias!».

Footnotes

  1. 21:13 son sepultados. Lit. descienden al Seol.
  2. 21:24 caderas. Palabra de difícil traducción.
  3. 21:33 ¡Descansa … valle! Lit. Dulce le es el suelo del valle.

Segunda respuesta de Job a Sofar

21 Cuando Sofar terminó de hablar, Job le respondió:

«Escuchen con atención lo que voy a decir;
concédanme este pequeño consuelo.
Ténganme un poco de paciencia mientras hablo,
y cuando termine, atáquenme cuanto quieran.
¿Acaso me han oído quejarme de otro hombre?
¿Acaso no tengo derecho a sentirme angustiado?
¡Miren la piltrafa en que me he convertido!
¡Cúbranse la boca para no gritar de espanto!
Cuando pienso en esto, no puedo creerlo;
el horror estremece todo mi cuerpo.
¿Por qué prosperan los malvados,
Y llegan a viejos amasando fortunas?
Ven crecer a sus hijos, fuertes y robustos,
y se alegran también cuando nacen sus nietos.
Ningún mal amenaza sus mansiones,
porque Dios no les envía ningún mal.
10 Sus toros siempre fecundan a las vacas,
y éstas paren sin que sus crías se malogren.
11 Sus hijos retozan como corderitos,
saltan por el campo sin ningún temor.
12 Danzan al son de la lira y de los tambores;
saltan felices al son de la flauta.
13 Pasan la vida en gran prosperidad,
y sin sobresaltos bajan al sepulcro.
14 A Dios le dicen: “¡Apártate de nosotros!
¡No queremos saber nada de tus caminos!
15 Eres el Todopoderoso, pero no queremos servirte.
Nada ganamos con elevar a ti nuestros ruegos.”
16 ¡Y no saben que prosperar no está en sus manos!
¡Lejos esté de mí juntarme con esos malvados!

17 »¿Cuántas veces se ha apagado la luz de los impíos?
¿Cuándo les ha sobrevenido una desgracia?
¿Cuándo Dios, en su ira, los ha castigado?
18 ¿Acaso el viento los arrebata como paja,
o el torbellino se los lleva como tamo?
19 Dicen que “Dios tiene reservado para los hijos
el pago por la maldad que sus padres cometieron”,
¡pero son los padres los que merecen el castigo,
para que sepan y escarmienten!
20 Sería bueno verlos quebrantados y sufriendo,
y bebiendo el enojo del Señor.
21 Porque, si sabe que sus días están contados,
¿qué le puede importar lo que sufra su familia?

22 »Pero, ¿quién puede impartir a Dios sabiduría,
si es él quien juzga a los más encumbrados?
23 Hay quienes mueren en plena juventud,
llenos de salud, de vida y de felicidad,
24 disfrutando de abundancia de leche,
con su cuerpo rebosante de gordura.
25 Otros, en cambio, mueren llenos de amargura,
sin haber disfrutado de una buena comida.
26 Pero unos y otros bajarán al sepulcro,
en donde acabarán cubiertos de gusanos.

27 »Yo sé bien qué es lo que piensan de mí;
yo sé de sus planes para hacerme violencia.
28 Por eso dicen: “¿Dónde está la casa del magnate?
¿Qué pasó con la mansión de ese malvado?”
29 ¿Por qué no les preguntan a los que pasan?
¿Por qué no hacen caso de sus respuestas?
30 Al malvado no le afecta que Dios se enoje,
pues llegado el castigo siempre sale bien librado.
31 ¿Y quién puede echarle en cara sus decisiones?
¿Y quién le hara pagar por todo el mal que hizo?
32 Un día será llevado al sepulcro,
y sobre su tumba habrá vigilantes.
33 Los terrones del valle le sabrán a miel;
mucha gente irá tras el cortejo,
y muchos más le precederán.

34 »¡En vano intentan consolarme con palabras huecas!
¡Sus respuestas no son más que falacias!»

Respuesta de Job a Zofar

21 Entonces respondió Job, y dijo:

Escuchad atentamente mis palabras,
y que sea este vuestro consuelo para mí.
Tened paciencia y hablaré;
y después que haya hablado, os podréis burlar(A).
En cuanto a mí, ¿me quejo yo al[a] hombre(B)?
¿Y por qué no he de ser[b] impaciente(C)?
Miradme, y quedaos atónitos,
y poned la mano sobre vuestra boca(D).
Aun cuando me acuerdo, me perturbo,
y el horror se apodera de mi carne(E).
¿Por qué siguen viviendo los impíos,
envejecen(F), también se hacen muy poderosos(G)?
En su presencia se afirman con ellos sus descendientes[c],
y sus vástagos delante de sus ojos(H);
sus casas están libres de temor,
y no está la vara de Dios sobre ellos(I).
10 Su toro engendra sin fallar[d],
su vaca pare y no aborta.
11 Envían fuera a sus pequeños cual rebaño,
y sus niños andan saltando.
12 Cantan[e] con pandero y arpa,
y al son de la flauta se regocijan.
13 Pasan sus días en prosperidad(J),
y de repente descienden al[f] Seol[g].
14 Y dicen a Dios: «¡Apártate de nosotros(K)!
No deseamos el conocimiento de tus caminos.
15 ¿Quién[h] es el Todopoderoso[i], para que le sirvamos,
y qué ganaríamos con rogarle(L)?».
16 He aquí, no está en mano de ellos su prosperidad;
el consejo de los impíos lejos está de mí(M).

17 ¿Cuántas veces es apagada la lámpara de los impíos(N),
o cae sobre ellos su calamidad(O)?
¿Reparte Dios[j] dolores en su ira?
18 ¿Son como paja delante del viento(P),
y como tamo que arrebata el torbellino(Q)?
19 Decís: «Dios guarda la iniquidad de un hombre[k] para sus hijos(R)».
Que Dios[l] le pague para que aprenda.
20 Vean sus ojos su ruina(S),
y beba de la furia del Todopoderoso[m](T).
21 Pues ¿qué le importa la suerte de su casa después de él[n]
cuando el número de sus meses haya sido cortado?
22 ¿Puede enseñarse a Dios sabiduría(U),
siendo que Él juzga a los encumbrados(V)?
23 Uno muere en pleno vigor,
estando completamente tranquilo y satisfecho[o](W);
24 sus ijares están repletos de grosura[p],
húmeda está la médula de sus huesos(X),
25 mientras otro muere con alma amargada,
y sin haber probado[q] nada bueno.
26 Juntos yacen en el polvo(Y),
y los gusanos los cubren(Z).

27 He aquí, yo conozco vuestros pensamientos,
y los designios con los cuales me dañaríais.
28 Porque decís: «¿Dónde está la casa del noble(AA),
y dónde la tienda donde moraban los impíos(AB)?».
29 ¿No habéis preguntado a los caminantes,
y no reconocéis su testimonio[r]?
30 Porque el impío es preservado para el día de la destrucción(AC);
ellos serán conducidos en el día de la ira(AD).
31 ¿Quién le declarará en su cara sus acciones,
y quién le pagará por lo que ha hecho?
32 Mientras es llevado al sepulcro,
velarán sobre su túmulo.
33 Los terrones del valle suavemente le cubrirán[s](AE),
y le seguirán[t] todos los hombres,
e innumerables otros irán delante de él(AF).
34 ¿Cómo, pues, me consoláis(AG) en vano?
Vuestras respuestas están llenas de falsedad[u].

Footnotes

  1. Job 21:4 O, contra el
  2. Job 21:4 Lit., no ha de ser mi espíritu
  3. Job 21:8 Lit., se afirma su simiente
  4. Job 21:10 Lit., y no falla
  5. Job 21:12 Lit., Alzaron la voz
  6. Job 21:13 Así en muchas versiones antiguas; en el T.M., son desbaratados por el
  7. Job 21:13 I.e., región de los muertos
  8. Job 21:15 Lit., Qué
  9. Job 21:15 Heb., Shaddai
  10. Job 21:17 Lit., El
  11. Job 21:19 Lit., su iniquidad
  12. Job 21:19 Lit., El
  13. Job 21:20 Heb., Shaddai
  14. Job 21:21 I.e., después que él muera
  15. Job 21:23 O, quieto
  16. Job 21:24 Así en la versión siriaca; heb., incierto. Algunos traducen: sus baldes están llenos de leche
  17. Job 21:25 Lit., comido
  18. Job 21:29 Lit., sus señales
  19. Job 21:33 Lit., le serán dulces
  20. Job 21:33 Lit., se allegarán a él
  21. Job 21:34 O, infidelidad