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Dice la gente que vive tranquila:
    “¡Al daño se añade la injuria!”,
    “¡Al que está por caer, hay que empujarlo!”
Los salteadores viven tranquilos en sus tiendas;
    confiados viven esos que irritan a Dios
    y piensan que pueden controlarlo.

»Pero consulta a los animales,
    y ellos te darán una lección;
pregunta a las aves del cielo,
    y ellas te lo contarán;

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