Job 31:30-32

La Biblia de las Américas

³⁰ No^[a], no he permitido que mi boca peque^[b]
pidiendo su vida^(A) en una maldición^(B).
³¹ ¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda:
«¿Quién puede hallar^[c] a alguno que no se haya saciado con su carne^(C)?»?
³² El forastero no pasa la noche afuera,
porque al viajero^[d] he abierto mis puertas.