Add parallel Print Page Options

26 ¡Creéis que un discurso zanja una cuestión
y que sólo es viento la voz desesperada!
27 Seríais capaces de rifaros un huérfano,
de poner precio a vuestro propio amigo.
28 Miradme ahora frente a frente,
que no he de mentiros a la cara.

Read full chapter