El Verbo se hizo hombre

¹⁴ Y el Verbo se hizo hombre y habitó^[a] entre nosotros. Y contemplamos su gloria, la gloria que corresponde al Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

¹³ Está vestido de un manto teñido en sangre y su nombre es «el Verbo de Dios».

¹⁶ En su manto y sobre el muslo lleva escrito este nombre:

rey de reyes y señor de señores.

³ Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve.

⁵ Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la palabra de Dios, existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua. ⁶ Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado. ⁷ Y ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, reservados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.

²³ Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.

Y este es el mensaje de las buenas noticias que se les ha anunciado a ustedes.

¹⁴ ¡No! La palabra está muy cerca de ti, la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas.