Add parallel Print Page Options

El rey de Jericó mandó a decir a Rahab:

—Saca a los hombres que han venido a verte y han entrado a tu casa, porque han venido para espiar toda la tierra.

Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido. Luego dijo:

—Es verdad que unos hombres vinieron a mi casa, pero no supe de dónde eran. Cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres salieron y no sé a dónde han ido. Seguidlos aprisa y los alcanzaréis.

Read full chapter