⁴⁷ Les voy a decir como quién es el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: ⁴⁸ Es como quien, al construir una casa, cava hondo y pone los cimientos sobre la roca. En caso de una inundación, si el río golpea con ímpetu la casa, no logra sacudirla porque está asentada sobre la roca. ⁴⁹ Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica, es como quien construye su casa sobre el suelo y no le pone cimientos. Si el río golpea con ímpetu la casa, la derrumba y la deja completamente en ruinas.»

⁶³ El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida.

⁴⁷ El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; pero ustedes no las escuchan, porque no son de Dios.»

²⁷ Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen.

³⁷ Le dijo entonces Pilato: «¿Así que tú eres rey?» Respondió Jesús: «Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.»

²⁵ Tengan cuidado de no desechar al que habla. Si no escaparon los que desecharon al que los amonestaba en la tierra,^(A) mucho menos escaparemos nosotros si desechamos al que amonesta desde los cielos.

⁷ vuelve a determinarse un día, «Hoy», al decir después de tanto tiempo, por medio de David:

² en estos días finales nos ha hablado por medio del Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y mediante el cual hizo el universo.

²¹ si es que en verdad oyeron su mensaje y fueron enseñados por él, de acuerdo con la verdad que está en Jesús.

¹⁰ Tampoco se hagan llamar “maestros”, porque sólo uno es su Maestro, y es el Cristo.