Add parallel Print Page Options

Y como vió á Jesús de lejos, corrió, y le adoró.

Y clamando á gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.

Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.

Read full chapter