¹⁸ Pero lo que sale de la boca proviene del corazón^(A), y eso es lo que contamina al hombre. ¹⁹ Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias^(B).

¹² Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres, porque he aquí, cada uno de vosotros anda tras la terquedad de su malvado corazón^(A), sin escucharme^(B).

²¹ Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones^[a], robos, homicidios, adulterios, ²² avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia^[b](A), calumnia, orgullo^[c] e insensatez. ²³ Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.

²⁷ y jamás entrará en ella^(A) nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están^[a] escritos en el libro de la vida del Cordero^(B).

¹⁰ Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo^[a](A), de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.

²⁶ Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote^(A): santo^(B), inocente^(C), inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos^(D),