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12 Con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir.(A) 13 Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, 14 y les ordenaste el día de reposo[a] santo para ti, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley.(B) 15 Les diste pan del cielo en su hambre,(C) y en su sed les sacaste aguas de la peña;(D) y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano y juraste que se la darías.(E) 16 Mas ellos y nuestros padres fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos. 17 No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre.(F) Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia,(G) porque no los abandonaste. 18 Además, cuando hicieron para sí becerro de fundición y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto;(H) y cometieron grandes abominaciones, 19 tú, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir. 20 Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed. 21 Los sustentaste cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies.(I) 22 Y les diste reinos y pueblos, y los repartiste por distritos; y poseyeron la tierra de Sehón, la tierra del rey de Hesbón, y la tierra de Og rey de Basán.(J) 23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo,(K) y los llevaste a la tierra de la cual habías dicho a sus padres que habían de entrar a poseerla.(L) 24 Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y humillaste delante de ellos a los moradores del país, a los cananeos, los cuales entregaste en su mano, y a sus reyes, y a los pueblos de la tierra, para que hiciesen de ellos como quisieran.(M) 25 Y tomaron ciudades fortificadas y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles frutales; comieron, se saciaron, y se deleitaron en tu gran bondad.(N) 26 Pero te provocaron a ira, y se rebelaron contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron a tus profetas que protestaban contra ellos para convertirlos a ti, e hicieron grandes abominaciones.

27 Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tu gran misericordia les enviaste libertadores para que los salvasen de mano de sus enemigos. 28 Pero una vez que tenían paz, volvían a hacer lo malo delante de ti, por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los dominaron; pero volvían y clamaban otra vez a ti, y tú desde los cielos los oías y según tus misericordias muchas veces los libraste.(O) 29 Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá;(P) se rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon. 30 Les soportaste por muchos años, y les testificaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no escucharon;(Q) por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra. 31 Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.

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Footnotes

  1. Nehemías 9:14 Aquí equivale a sábado.

12 Con una columna de nube los guiaste de día, con una columna de fuego los guiaste de noche: alumbraste el camino que debían seguir.

13 »Descendiste al monte Sinaí; desde el cielo hablaste. Les diste ordenanzas justas y leyes verdaderas, estatutos y mandamientos buenos. 14 Diste a conocer tu sábado santo y por medio de tu servidor Moisés les entregaste tus mandamientos, estatutos y leyes. 15 Saciaste su hambre con pan del cielo; calmaste su sed con agua de la roca. Les diste posesión de la tierra que bajo juramento solemne con la mano en alto habías prometido.

16 »Pero ellos y nuestros antepasados fueron altivos; fueron tercos y no obedecieron tus mandamientos. 17 Se negaron a escucharte; no se acordaron de las maravillas que hiciste por ellos. Fue tanta su terquedad y rebeldía que hasta se nombraron un jefe para que los hiciera volver a la esclavitud. Pero tú eres Dios perdonador, misericordioso y compasivo, lento para la ira y grande en amor. Por eso no los abandonaste, 18 a pesar de que se hicieron un becerro de metal fundido y dijeron: “Este es tu dios que te sacó de Egipto”; y aunque fueron terribles las ofensas que cometieron.

19 »Tú no los abandonaste en el desierto porque eres muy compasivo. Jamás se apartó de ellos la columna de nube que los guiaba de día por el camino; ni dejó de alumbrarlos la columna de fuego que de noche les mostraba por dónde ir. 20 Con tu buen Espíritu les diste entendimiento. No quitaste tu maná de su boca; les diste agua para calmar su sed. 21 Cuarenta años los sustentaste en el desierto. ¡Nada les faltó! No se desgastaron sus vestidos ni se les hincharon los pies.

22 »Les entregaste reinos y pueblos, y asignaste a cada cual su territorio. Conquistaron las tierras de Og y de Sijón, que eran reyes de Hesbón y de Basán. 23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo; los hiciste entrar en la tierra que bajo juramento prometiste a sus antepasados que iban a heredar. 24 Y sus hijos entraron en la tierra y tomaron posesión de ella. Ante ellos sometiste a los cananeos que la habitaban; les entregaste reyes y pueblos de esa tierra, para que hicieran con ellos lo que quisieran. 25 Conquistaron ciudades fortificadas y una tierra fértil; se adueñaron de casas repletas de bienes, de cisternas, viñedos y olivares, y de gran cantidad de árboles frutales. Comieron y se hartaron y engordaron; ¡disfrutaron de tu gran bondad!

26 »Pero fueron desobedientes: se rebelaron contra ti, rechazaron tu Ley, mataron a tus profetas que los exhortaban a volverse a ti; ¡te ofendieron mucho! 27 Por eso los entregaste a sus enemigos y estos los oprimieron. En tiempo de angustia clamaron a ti y desde el cielo los escuchaste; por tu inmensa compasión enviaste salvadores para que los liberaran de sus enemigos.

28 »Pero cuando tenían descanso, volvían a hacer lo malo ante tu presencia; tú los abandonabas en manos de sus enemigos y ellos los dominaban. De nuevo clamaban a ti y desde el cielo los escuchabas. ¡Por tu inmensa compasión muchas veces los libraste!

29 »Les advertiste que volvieran a tu Ley, pero ellos actuaron con soberbia y no obedecieron tus mandamientos. Pecaron contra tus leyes que dan vida a quien las obedezca. En su rebeldía te rechazaron, fueron tercos y no quisieron escuchar. 30 Por años les tuviste paciencia; con tu Espíritu los amonestaste por medio de tus profetas, pero ellos no quisieron escuchar. Por eso los dejaste caer en manos de los pueblos de esa tierra. 31 Sin embargo, es tal tu compasión que no los destruiste ni abandonaste, porque eres Dios misericordioso y compasivo.

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