La rebelión de Coré, Datán y Abirán

16 Coré, que era hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, y los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet, se atrevieron a sublevarse contra Moisés, con el apoyo de doscientos cincuenta israelitas. Todos ellos eran personas de renombre y líderes de la comunidad que habían sido nombrados miembros del consejo. Se reunieron para oponerse a Moisés y a Aarón, y les dijeron:

—¡Ustedes han ido ya demasiado lejos! Si toda la comunidad es santa, lo mismo que sus miembros, y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué se creen ustedes los dueños de la comunidad del Señor?

Cuando Moisés escuchó lo que le decían, cayó rostro en tierra ante ellos, y respondió a Coré y a todo su grupo:

—Mañana el Señor mostrará quién es suyo y quién es santo. Será él quien declare quién es su escogido, y hará que se le acerque. Coré, esto es lo que tú y tu gente harán: tomarán incensarios y mañana les pondrán fuego e incienso en la presencia del Señor. El escogido del Señor será el que sea santo. ¡Son ustedes, hijos de Leví, los que han ido demasiado lejos!

Moisés dijo a Coré:

—¡Escúchenme ahora, levitas! ¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado del resto de la comunidad para que estén cerca de él, ministren en el santuario del Señor y se distingan como servidores de la comunidad? 10 Dios mismo los ha puesto a su lado, a ti y a todos los levitas, ¿y ahora quieren también el sacerdocio? 11 Tú y tu gente se han reunido para oponerse al Señor, porque ¿quién es Aarón para que murmuren contra él?

12 Moisés mandó llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab, pero ellos contestaron:

—¡No iremos! 13 ¿Te parece poco habernos sacado de la tierra donde abundan la leche y la miel, para que ahora quieras matarnos en este desierto y dártelas de gobernante con nosotros? 14 Lo cierto es que tú no has logrado llevarnos a esa tierra donde abundan la leche y la miel; tampoco nos has dado posesión de campos y viñas. Lo único que quieres es seguir engañando[a] a este pueblo. ¡Pues no iremos!

15 Entonces Moisés, sumamente enojado, dijo al Señor:

—No aceptes la ofrenda que te traigan, que yo de ellos no he tomado ni siquiera un asno ni les he hecho ningún daño.

16 A Coré, Moisés le dijo:

—Tú y tu gente y Aarón se presentarán mañana ante el Señor. 17 Cada uno de ustedes se acercará al Señor con su incensario lleno de incienso, es decir, se acercarán con doscientos cincuenta incensarios. También tú y Aarón llevarán los suyos.

18 Así que cada uno, con su incensario lleno de fuego e incienso, se puso de pie a la entrada de la Tienda de reunión, junto con Moisés y Aarón. 19 Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del Señor se apareció ante todos ellos. 20 Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón:

21 —Apártense de esta gente para que yo la consuma de una vez por todas.

22 Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra y exclamaron:

—Oh Dios, Dios de toda la humanidad:[b] un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?

23 Entonces el Señor dijo a Moisés:

24 —Ordénales que se alejen de las tiendas de Coré, Datán y Abirán.

25 Moisés y los ancianos jefes de Israel fueron adonde estaban Datán y Abirán. 26 Entonces Moisés advirtió a la gente:

—¡Aléjense de las tiendas de estos impíos! No toquen ninguna de sus pertenencias para que ustedes no perezcan por los pecados de ellos.

27 El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos.

28 Moisés siguió diciendo:

—Ahora van a saber si el Señor me ha enviado a hacer todas estas cosas o si estoy actuando por mi cuenta. 29 Si estos hombres mueren de muerte natural, como es el destino de todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me ha enviado. 30 Pero si el Señor crea algo nuevo, hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal manera que desciendan vivos a los dominios de la muerte;[c] entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.

31 Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos; 32 se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré. 33 Bajaron vivos a los dominios de la muerte, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad. 34 Al oírlos gritar, todos los israelitas huyeron de allí exclamando:

—¡Corramos, no sea que la tierra nos trague también a nosotros!

35 Y los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso fueron consumidos por el fuego del Señor.

Los incensarios

36 El Señor dijo a Moisés: 37 «Ya que ahora los incensarios están consagrados a mí, ordena a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que los retire del rescoldo y que esparza las brasas. 38 Toma los incensarios de aquellos que pecaron a costa de su vida y haz con ellos láminas para recubrir el altar. Ahora están consagrados porque fueron presentados ante el Señor y serán así una señal para los israelitas».

39 Entonces el sacerdote Eleazar recogió esos incensarios de bronce y con ellos mandó hacer láminas para recubrir el altar. 40 Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el Señor; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el Señor se lo había advertido por medio de Moisés.

Aarón intercede por el pueblo

41 Al día siguiente, toda la congregación de los israelitas volvió a murmurar contra Moisés y Aarón, alegando:

—Ustedes mataron al pueblo del Señor.

42 Como la congregación empezó a amotinarse contra Moisés y Aarón, estos se dirigieron a la Tienda de reunión. De repente la nube cubrió la Tienda y apareció la gloria del Señor. 43 Entonces Moisés y Aarón se detuvieron frente a la Tienda de reunión 44 y el Señor dijo a Moisés:

45 —Apártate de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas.

Ellos se postraron rostro en tierra 46 y Moisés dijo a Aarón:

—Toma tu incensario y pon en él algunas brasas del altar, agrégale incienso y vete corriendo adonde está la congregación, para pedir perdón por ellos, porque la ira del Señor se ha desbordado y una desgracia ha caído sobre ellos.

47 Aarón hizo lo que Moisés dijo y corrió a ponerse en medio de la asamblea. La desgracia de parte de Dios ya había empezado entre el pueblo, así que Aarón ofreció incienso y pidió perdón por el pecado del pueblo. 48 Se puso entre los vivos y los muertos, y así detuvo la plaga. 49 Con todo, catorce mil setecientas personas murieron por la plaga, sin contar las que perdieron la vida por causa de Coré. 50 Una vez que cesó la plaga, Aarón volvió a la entrada de la Tienda de reunión, donde estaba Moisés.

Footnotes

  1. 16:14 seguir engañando. Lit. sacarle los ojos.
  2. 16:22 toda la humanidad. Lit. los espíritus de toda carne.
  3. 16:30 a los dominios de la muerte. Lit. al Seol; también en v. 33.

La rebelión de Coré

16 Junto con el levita Coré hijo de Isar, hijo de Coat, los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, decidieron rebelarse contra Moisés. Acompañados de doscientos cincuenta israelitas importantes, que eran miembros del consejo y contaban con buena fama, se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron:

«¡Ya estamos hartos de ustedes! Si todos en la congregación son gente consagrada al Señor, y si el Señor está en medio de ellos, ¿por qué ustedes se creen superiores a la congregación del Señor?»

Cuando Moisés oyó esto, se inclinó delante de ellos y les dijo a Coré y a todos los que lo acompañaban:

«Mañana el Señor dará a conocer quién es suyo, y quién está consagrado a él, y a quien él escoja, le dirá que se acerque a él. Lo que tú, Coré, y toda tu gente, pueden hacer es tomar incensarios y poner fuego en ellos; pongan también mañana incienso en ellos delante del Señor, y que sea el hombre consagrado al Señor aquél a quien el Señor escoja. ¡Ya estoy harto de ustedes, levitas!»

A Coré, Moisés le dijo:

«Escúchenme, levitas: ¿Creen que es poca cosa que el Dios de Israel los haya apartado del resto de los israelitas, que los haya acercado a él para que ministren en el servicio del tabernáculo del Señor, y que estén delante de la congregación para ministrarles? 10 ¿Es poca cosa que te haya acercado a ti, y contigo a todos tus hermanos levitas? ¿Acaso andan también atrás del sacerdocio? 11 Eres tú, y es todo tu grupo, los que se están poniendo en contra del Señor; porque ¿quién es Aarón, para que murmuren contra él?»

12 Entonces Moisés mandó a llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab; pero ellos respondieron:

«¡No vamos a ir! 13 Tú, no contento con habernos sacado de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, ¿ahora quieres también decirnos qué es lo que debemos hacer? 14 Tú, ni nos has llevado a la tierra que fluye leche y miel, ni nos has dado terrenos y viñas. ¿Qué quieres? ¿Sacarle los ojos a esta gente? ¡No vamos a ir!»

15 Esto le molestó mucho a Moisés, así que le dijo al Señor:

«¡No aceptes su ofrenda! ¡Yo ni siquiera un asno les he quitado, ni tampoco les he hecho ningún mal!»

16 Y a Coré le dijo:

«Tú, y todo tu grupo, y también Aarón: ¡preséntense mañana delante del Señor! 17 Tomen cada uno de ustedes su incensario, pongan incienso en ellos, y acérquese cada uno de ustedes al Señor, con su incensario. Con tu incensario y el de Aarón, serán doscientos cincuenta incensarios.»

18 Cada uno de ellos tomó su incensario, puso fuego en él, le echó incienso, y junto con Moisés y Aarón se puso a la entrada del tabernáculo de reunión. 19 Cuando ya Coré había hecho que toda la congregación se juntara contra ellos a la entrada del tabernáculo de reunión, la gloria del Señor se manifestó a toda la congregación, 20 y entonces el Señor les dijo a Moisés y Aarón:

21 «¡Apártense de esta congregación, que ahora mismo voy a consumirlos!»

22 Ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron:

«Dios, Dios de los espíritus de toda la humanidad, ¿Por qué te enojas contra toda la congregación, si fue un solo hombre el que pecó?»

23 Entonces el Señor le dijo a Moisés:

24 «Habla con la congregación, y diles que se alejen de la tienda de Coré, Datán y Abirán, y de sus alrededores.»

25 Entonces Moisés se levantó y fue a hablar con Datán y Abirán, y los ancianos de Israel lo siguieron. 26 Y Moisés le dijo a la congregación:

«Apártense de las tiendas de estos malvados, y no toquen nada que les pertenezca, para que no mueran por todos sus pecados.»

27 La gente se apartó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán, y de sus alrededores, y Datán y Abirán salieron y se pusieron a la entrada de sus tiendas, junto con sus mujeres y todos sus hijos. 28 Entonces Moisés dijo:

«Con esto sabrán que el Señor me ha enviado a hacer todo esto, y que no las hago por mi propia voluntad. 29 Si cuando estos hombres sean visitados, mueren como mueren todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me envió. 30 Pero si el Señor hace algo diferente, y la tierra se abre y se los traga vivos, y bajan al sepulcro junto con todas sus cosas, entonces ustedes sabrán que estos hombres ofendieron al Señor.»

31 Y en cuanto Moisés terminó de decir todo esto, ¡la tierra se abrió debajo de sus pies! 32 Se abrió la tierra y se los tragó, a ellos y a sus casas, y a toda la gente de Coré, junto con todos sus bienes. 33 Cayeron vivos al sepulcro, con todo lo que tenían, y la tierra los cubrió. Así perecieron, en medio de la congregación. 34 Al oír sus gritos, todos los israelitas que estaban a su alrededor huyeron, pues decían: «¡No nos vaya a tragar también la tierra!» 35 Además, de la presencia del Señor salió fuego y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

36 Entonces el Señor habló con Moisés, y le dijo:

37 «Dile a Eleazar, el hijo del sacerdote Aarón, que saque los incensarios de en medio del fuego, y que esparza las brasas, porque los incensarios ya han quedado santificados. 38 Que saque los incensarios de esta gente que pecó contra sí misma, y que haga con ellos unas planchas para recubrir el altar. Los incensarios están ahora santificados, pues fueron presentados delante de mí, y serán una señal a los hijos de Israel.»

39 El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían ofrecido los que fueron consumidos por el fuego, y mandó fundirlos para recubrir el altar, 40 para que los hijos de Israel recordaran que nadie que no sea de la descendencia de Aarón puede acercarse a ofrecer incienso delante del Señor, pues le pasaría lo mismo que a Coré y a su grupo, tal y como el Señor lo dijo por medio de Moisés.

41 Al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, y dijo: Ustedes han dado muerte al pueblo del Señor. 42 Pero sucedió que, al juntarse la congregación contra Moisés y Aarón, todos miraron hacia el tabernáculo de reunión, ¡y la nube lo había cubierto, y se manifestó la gloria del Señor! 43 Entonces Moisés y Aarón se presentaron ante el tabernáculo de reunión, 44 y el Señor le dijo a Moisés:

45 «¡Apártense de esta congregación, que ahora mismo voy a consumirlos!»

Ellos se postraron sobre sus rostros, 46 pero Moisés le dijo a Aarón:

«Toma el incensario, echa fuego del altar en él, y también incienso, y ve enseguida a la congregación y haz expiación por ellos, porque de la presencia del Señor ha salido su furor. ¡La mortandad ha comenzado!»

47 Aarón tomó el incensario y le puso incienso, tal y como Moisés se lo pidió, y corrió a mezclarse entre la congregación para hacer expiación por ellos, pues ya la mortandad entre el pueblo había comenzado. 48 Al interponerse entre los muertos y los vivos, cesó la mortandad. 49 Sin embargo, los que murieron a causa de aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por la rebelión de Coré. 50 Una vez que la mortandad cesó, Aarón volvió a la puerta del tabernáculo de reunión, donde estaba Moisés.

La rebelión de Coré

16 Y se rebeló[a] Coré, hijo de Izhar(A), hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab(B), y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, y se alzaron contra Moisés, junto con algunos[b] de los hijos de Israel, doscientos cincuenta jefes de la congregación, escogidos[c] en la asamblea(C), hombres de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón(D), y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros[d](E)! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el Señor está en medio de ellos(F). ¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea del Señor?

Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro(G); y habló a Coré y a todo su grupo, diciendo: Mañana temprano el Señor mostrará quién es de Él, y quién es santo, y lo acercará a sí(H); aquel a quien Él escoja(I), lo acercará a sí. Haced esto, Coré y todo vuestro[e] grupo: tomad incensarios para vosotros, y poned fuego en ellos, y echad incienso sobre ellos mañana en la presencia del Señor; y el hombre a quien el Señor escoja será el que es santo. ¡Basta ya de vosotros[f](J), hijos de Leví!

Entonces Moisés dijo a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví. ¿No os es suficiente[g](K) que el Dios de Israel os haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercaros a sí, a fin de cumplir[h] el ministerio del tabernáculo del Señor, y para estar ante la congregación para ministrarles(L), 10 y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretendéis también el sacerdocio(M)? 11 Por tanto, tú y toda tu compañía os habéis juntado contra el Señor; pues en cuanto a Aarón, ¿quién[i] es él para que murmuréis(N) contra él(O)?

12 Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: No iremos[j]. 13 ¿No es suficiente[k] que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel(P) para que muramos en el desierto(Q), sino que también quieras enseñorearte sobre nosotros? 14 En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y miel(R), ni nos has dado herencia de campos y viñas(S). ¿Les sacarías[l] los ojos a estos hombres(T)? ¡No iremos[m]!

15 Moisés se enojó mucho y dijo al Señor: ¡No aceptes[n] su ofrenda(U)! No he tomado de ellos ni un solo asno(V), ni le he hecho daño a ninguno de ellos. 16 Y dijo Moisés a Coré: Tú y toda tu compañía presentaos mañana delante del Señor; tú, ellos y Aarón. 17 Cada uno de vosotros tome su incensario y ponga incienso en él[o], y cada uno de vosotros traiga su incensario delante del Señor, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno traiga su incensario. 18 Y cada uno tomó su incensario[p] y puso fuego en él[q], y echó incienso en él[r]; y se pusieron a la puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón. 19 Así reunió Coré a toda la congregación en contra de ellos a la puerta de la tienda de reunión, y la gloria del Señor apareció a toda la congregación(W).

Castigo de Coré, sus compañeros y sus familias

20 Entonces el Señor habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21 Apartaos de entre esta congregación, para que yo la destruya[s](X) en un instante(Y). 22 Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne(Z), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación(AA)? 23 Entonces respondió el Señor a Moisés, diciendo: 24 Habla a la congregación, y diles[t]: «Alejaos(AB) de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram».

25 Entonces se levantó Moisés y fue a Datán y a Abiram, y le seguían los ancianos de Israel, 26 y habló a la congregación, diciendo: Apartaos(AC) ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquéis nada que les pertenezca, no sea que perezcáis[u](AD) con[v] todo su pecado. 27 Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos(AE) y sus pequeños. 28 Y Moisés dijo: En esto conoceréis que el Señor me ha enviado(AF) para hacer todas estas obras, y que no es iniciativa mía[w]: 29 si estos mueren como mueren[x] todos los hombres(AG) o si sufren la suerte de todos los hombres[y], entonces el Señor no me envió. 30 Pero si el Señor hace algo enteramente nuevo[z](AH) y la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Seol[aa](AI), entonces sabréis que estos hombres han menospreciado al Señor.

31 Y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, la tierra debajo de ellos se partió, 32 y la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos(AJ) y a sus casas y a todos los hombres de Coré(AK) con todos sus bienes. 33 Ellos y todo lo que les pertenecía descendieron vivos al Seol; y la tierra los cubrió y perecieron de en medio de la asamblea. 34 Y todos los israelitas que estaban alrededor de ellos huyeron a sus gritos[ab], pues decían: ¡No sea que la tierra nos trague! 35 Salió también fuego del Señor y consumió(AL) a los doscientos cincuenta hombres(AM) que ofrecían el incienso.

36 [ac]Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 37 Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que levante los incensarios de en medio de la hoguera, pues son santos; y esparce allí las brasas[ad]. 38 En cuanto a los incensarios de estos que han pecado a costa de sus vidas[ae], que se hagan de ellos láminas batidas para cubrir el altar, puesto que los presentaron ante el Señor y son santos; y serán por señal a los hijos de Israel(AN). 39 El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a martillo los hicieron una cubierta para el altar, 40 como recordatorio[af] para los hijos de Israel de que ningún laico[ag], que no fuera descendiente[ah] de Aarón, debería acercarse(AO) a quemar incienso delante del Señor(AP), para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el Señor se lo había dicho por medio[ai] de Moisés.

Plaga mortal por causa de las quejas del pueblo

41 Pero al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón(AQ), diciendo: Vosotros sois los que habéis sido la causa de la muerte del pueblo del Señor. 42 Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión, y he aquí, la nube la cubría y la gloria del Señor apareció(AR). 43 Y Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión, 44 y el Señor habló a Moisés, diciendo: 45 Apartaos[aj] de en medio de esta congregación, para que yo la destruya[ak] en un instante(AS). Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. 46 Y Moisés le dijo a Aarón: Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación(AT) por ellos, porque la ira(AU) ha salido de parte del Señor. ¡La plaga ha comenzado! 47 Aarón lo tomó como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues he aquí que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación(AV) por el pueblo. 48 Y se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. 49 Y los que murieron a causa de la plaga(AW) fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por causa de Coré(AX). 50 Después Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida.

Footnotes

  1. Números 16:1 Lit., tomó
  2. Números 16:2 Lit., y hombres
  3. Números 16:2 Lit., llamados
  4. Números 16:3 Lit., Es mucho para vosotros
  5. Números 16:6 Lit., su
  6. Números 16:7 Lit., Es mucho para vosotros
  7. Números 16:9 U, ¿Os es poco
  8. Números 16:9 Lit., servir en
  9. Números 16:11 Lit., ¿qué
  10. Números 16:12 Lit., subiremos
  11. Números 16:13 Lit., ¿No es cosa pequeña
  12. Números 16:14 Lit., horadarías
  13. Números 16:14 Lit., subiremos
  14. Números 16:15 Lit., consideres
  15. Números 16:17 Lit., ellos
  16. Números 16:18 O, vasija
  17. Números 16:18 Lit., ellos
  18. Números 16:18 Lit., ellos
  19. Números 16:21 Lit., consuma
  20. Números 16:24 Lit., diciendo
  21. Números 16:26 Lit., seáis destruidos
  22. Números 16:26 Lit., en
  23. Números 16:28 Lit., no es de mi corazón
  24. Números 16:29 Lit., la muerte de
  25. Números 16:29 Lit., si la visitación de todos los hombres es visitada sobre ellos
  26. Números 16:30 Lit., crea una nueva creación
  27. Números 16:30 I.e., región de los muertos
  28. Números 16:34 O, voces
  29. Números 16:36 En el texto heb., cap. 17:1
  30. Números 16:37 Lit., el fuego
  31. Números 16:38 Lit., estos pecadores contra su vida
  32. Números 16:40 O, memorial
  33. Números 16:40 Lit., extraño
  34. Números 16:40 Lit., simiente
  35. Números 16:40 Lit., mano
  36. Números 16:45 O, Levantaos
  37. Números 16:45 O, los consuma