¹⁷ Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.

¹⁴ Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

⁵ Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirigen:

⁷ Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo hay a quien el padre no disciplina? ⁸ Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos.

Testimonio de luz

¹² Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia—, lleven a cabo su salvación con temor y temblor, ¹³ pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

¹⁴ Háganlo todo sin quejas ni contiendas, ¹⁵ para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el mundo,