Masquilde Asaf.

78 Pueblo mío, atiende a mi enseñanza;
    presta oído a las palabras de mi boca.
Hablaré por medio de parábolas
    y revelaré misterios de antaño,
cosas que hemos oído y conocido
    y que nuestros antepasados nos han contado.
No las esconderemos de sus descendientes;
    hablaremos a la generación venidera
del poder del Señor, de sus proezas
    y de las maravillas que ha hecho.
Él promulgó un mandato para Jacob,
    dictó una ley para Israel;
ordenó a nuestros antepasados
    enseñarlos a sus descendientes,
para que los conocieran las generaciones venideras
    y los hijos que habrían de nacer,
    que a su vez los enseñarían a sus hijos.
Así ellos pondrían su confianza en Dios
    y no se olvidarían de sus proezas,
    sino que cumplirían sus mandamientos.
Así no serían como sus antepasados:
    generación obstinada y rebelde,
gente de corazón fluctuante,
    cuyo espíritu no se mantuvo fiel a Dios.

La tribu de Efraín, con sus diestros arqueros,
    retrocedió el día de la batalla.
10 No cumplieron con el pacto de Dios,
    sino que se negaron a seguir su Ley.
11 Echaron al olvido sus proezas,
    las maravillas que les había mostrado,
12 los milagros que hizo a la vista de sus antepasados
    en la tierra de Egipto, en la región de Zoán.
13 Abrió el mar para que pudieran pasar;
    mantuvo erguidas las aguas como un muro.
14 De día los guio con una nube
    y toda la noche con luz de fuego.
15 En el desierto partió las rocas
    y les dio a beber torrentes de aguas;
16 hizo que brotaran arroyos de la peña
    y que las aguas fluyeran como ríos.

17 Pero ellos volvieron a pecar contra él;
    en el desierto se rebelaron contra el Altísimo.
18 Deliberadamente pusieron a Dios a prueba
    y exigieron comida a su antojo.
19 Murmuraron contra Dios
    y aun dijeron:
    «¿Podrá Dios preparar una mesa en el desierto?
20 Cuando golpeó la roca,
    el agua brotó en torrentes;
pero, ¿podrá también darnos de comer?
    ¿Podrá proveerle carne a su pueblo?».
21 Cuando el Señor oyó esto, se indignó;
    su enojo se encendió contra Jacob,
    su ira ardió contra Israel.
22 Porque no confiaron en Dios
    ni creyeron que él los salvaría.
23 Desde lo alto dio una orden a las nubes,
    y se abrieron las puertas de los cielos.
24 Hizo que les lloviera maná para que comieran;
    les dio a comer trigo del cielo.
25 Todos ellos comieron pan de ángeles;
    Dios les envió comida hasta saciarlos.
26 Desató desde el cielo el viento del este
    y con su poder levantó el viento del sur.
27 Cual lluvia de polvo, hizo que les lloviera carne;
    nubes de pájaros, como la arena del mar.
28 Los hizo caer en medio de su campamento
    y en los alrededores de sus tiendas.
29 Comieron y se hartaron,
    pues Dios les cumplió su capricho.
30 Pero el capricho no les duró mucho:
    aún tenían la comida en la boca
31 cuando el enojo de Dios vino sobre ellos:
    dio muerte a sus hombres más robustos;
    abatió a los jóvenes de Israel.

32 A pesar de todo, siguieron pecando
    y no creyeron en sus maravillas.
33 Por tanto, Dios hizo que sus días se esfumaran como un suspiro,
    que sus años acabaran en medio del terror.
34 Si Dios los hería de muerte, entonces lo buscaban,
    y con ansias se volvían de nuevo a él.
35 Se acordaban de que Dios era su Roca,
    de que el Dios Altísimo era su Redentor.
36 Pero entonces lo halagaban con la boca
    y le mentían con la lengua.
37 No fue su corazón sincero para con Dios;
    no fueron fieles a su pacto.
38 Sin embargo, él les tuvo compasión;
    les perdonó su maldad
    y no los destruyó.
Una y otra vez contuvo su enojo
    y no se dejó llevar del todo por la ira.
39 Se acordó de que eran simples mortales,
    un efímero suspiro que jamás regresa.

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto
    y lo entristecieron en los páramos!
41 Una y otra vez ponían a Dios a prueba;
    provocaban al Santo de Israel.
42 Jamás se acordaron de su poder,
    de cuando los rescató del opresor,
43 ni de sus señales milagrosas en Egipto,
    ni de sus portentos en la región de Zoán,
44 cuando convirtió en sangre los ríos egipcios
    y no pudieron ellos beber de sus arroyos;
45 cuando les envió tábanos que se los devoraban
    y ranas que los destruían;
46 cuando entregó sus cosechas a los saltamontes
    y sus sembrados a la langosta;
47 cuando con granizo destruyó sus viñas
    y con escarcha sus higueras;
48 cuando entregó su ganado al granizo
    y sus rebaños a las centellas;
49 cuando lanzó contra ellos el ardor de su ira,
    de su furor, indignación y hostilidad:
    ¡todo un ejército de ángeles destructores!
50 Dio rienda suelta a su enojo
    y no los libró de la muerte,
    sino que los entregó a la plaga.
51 Dio muerte a todos los primogénitos de Egipto,
    las primicias de su virilidad en los campamentos de Cam.
52 A su pueblo lo guio como a un rebaño;
    los llevó por el desierto, como a ovejas,
53 infundiéndoles confianza para que no temieran.
    Pero a sus enemigos se los tragó el mar.
54 Trajo a su pueblo a esta su tierra santa,
    a estas montañas que su diestra conquistó.
55 Al paso de los israelitas expulsó naciones,
    cuyas tierras dio a su pueblo como herencia;
    ¡así estableció en sus tiendas a las tribus de Israel!

56 Pero ellos pusieron a prueba a Dios:
    se rebelaron contra el Altísimo
    y desobedecieron sus mandatos.
57 Fueron desleales y traidores, como sus antepasados;
    ¡tan falsos como un arco defectuoso!
58 Lo irritaron con sus altares paganos;
    con sus imágenes despertaron sus celos.
59 Dios lo supo y se indignó,
    por lo que rechazó completamente a Israel.
60 Abandonó el santuario de Siló,
    la tienda donde habitaba entre los humanos,
61 y dejó que el símbolo de su poder y gloria
    cayera cautivo en manos enemigas.
62 Dejó que a su pueblo lo mataran a filo de espada,
    pues se indignó contra su heredad.
63 A sus jóvenes los consumió el fuego
    y no hubo cantos nupciales para sus doncellas;
64 a filo de espada cayeron sus sacerdotes
    y sus viudas no los pudieron llorar.

65 Despertó entonces el Señor,
    como quien despierta de un sueño,
    como un guerrero que, por causa del vino, lanza gritos desaforados.
66 Hizo retroceder a sus enemigos
    y los puso en vergüenza para siempre.
67 Rechazó a los descendientes[a] de José
    y no escogió a la tribu de Efraín;
68 más bien, escogió a la tribu de Judá
    y al monte Sión, al cual ama.
69 Construyó su santuario, alto como los cielos,[b]
    como la tierra, que él afirmó para siempre.
70 Escogió a su siervo David,
    al que sacó del redil de las ovejas,
71 y lo quitó de andar arreando los rebaños
    para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo;
    el pastor de Israel, su herencia.
72 Y David los pastoreó con corazón sincero;
    con mano experta los dirigió.

Footnotes

  1. 78:67 a los descendientes. Lit. la tienda.
  2. 78:69 santuario, … cielos. Lit. santuario como las alturas.

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Masquil de Asaf.

78 Pueblo mío, escucha mis enseñanzas;
inclina tu oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca y diré proverbios;
hablaré de los misterios de tiempos pasados,(A)
de cosas que ya hemos oído y que conocemos
porque nuestros padres nos las contaron.
No las mantendremos ocultas a nuestros hijos,
sino que diremos a las generaciones futuras
que el Señor es digno de alabanza
por su poder y por sus hechos portentosos.

El Señor estableció su ley para Jacob;
le entregó sus enseñanzas a Israel,
y ordenó a nuestros padres que nos las enseñaran,
para que las conociera la generación futura,
los hijos que nos habrían de nacer,
y ellos a su vez las contaran a sus hijos,
para que pusieran en Dios su confianza
y no se olvidaran de sus grandes hechos;
para que obedecieran sus mandamientos,
y no fueran como sus padres,
gente rebelde y desobediente,
gente que no entrega a Dios su corazón,
y cuyo espíritu no le es fiel.

Los efraimitas, arqueros armados,
volvieron la espalda en el día de la batalla.
10 No cumplieron con el pacto de Dios,
ni quisieron ceñirse a su ley;
11 más bien, se olvidaron de sus obras,
y de las maravillas que les había mostrado.
12 Allá en Egipto,(B) en el campo de Soán,
Dios hizo maravillas a los ojos de sus padres.
13 Partió el mar en dos, y los hizo pasar,
conteniendo las aguas como dos murallas.(C)
14 Durante el día los guiaba con una nube,
y durante la noche con un resplandor de fuego.(D)
15 En el desierto hendió las peñas,
y les dio a beber agua de los grandes abismos:
16 ¡de la peña hizo brotar corrientes,
y las aguas fluyeron como ríos!(E)

17 Pero ellos volvieron a pecar contra Dios;
en el desierto se rebelaron contra el Altísimo.
18 Decidieron poner a prueba a Dios
y pidieron comida a su antojo.
19 Hablaron en contra de Dios, y dijeron:
«¿Podrá Dios tendernos una mesa en el desierto?
20 Hemos visto que hirió la peña, y que brotaron aguas,
y que en torrentes inundaron la tierra,
¿pero podrá también darnos pan?
¿Podrá darle carne a su pueblo?»

21 Cuando el Señor oyó esto, se indignó,
y su furor se encendió contra Jacob, como un fuego;
su furor se encendió contra Israel,
22 porque no tuvieron fe en Dios,
ni confiaron en que él podía salvarlos.
23 Sin embargo, dio órdenes a las nubes,
y abrió las compuertas de los cielos,
24 y como lluvia dejó caer sobre ellos el maná;
¡les dio a comer el trigo de los cielos!(F)
25 ¡Los mortales comieron pan angelical!
¡Dios les envió comida hasta saciarlos!
26 Cambió la dirección del viento del este,
y con su poder hizo venir el viento del sur,
27 y cayó sobre ellos carne como lluvia;
¡llovieron tantas aves como arena hay en el mar!
28 Dios las dejó caer en el campamento,
y en los alrededores de sus tiendas,
29 y ellos comieron y quedaron saciados,
pues Dios satisfizo su apetito.

30 Pero aun no habían calmado su hambre;
aún tenían la comida en la boca,
31 cuando el furor de Dios vino sobre ellos
y acabó con sus hombres más robustos;
¡Dios derribó a los mejores israelitas!(G)
32 A pesar de todo, ellos siguieron pecando
y no dieron crédito a sus grandes hechos.
33 Por eso Dios puso fin a sus días,
¡y en un soplo les quitó la vida!

34 Si Dios los hacía morir, ellos lo buscaban
y con gran diligencia se volvían a él;
35 ¡se acordaban de que Dios era su refugio,
de que el Dios Altísimo era su redentor!
36 Pero con los labios lo adulaban,
y con la lengua le mentían.
37 En el fondo, nunca fueron rectos con él,(H)
ni se mantuvieron fieles a su pacto.
38 Dios, en su bondad, les perdonaba su maldad;
más de una vez contuvo su enojo,
calmó su ira y no los destruyó.
39 Se acordó de que eran mortales,
¡un simple soplo que se va y no vuelve!

40 ¡Cuántas veces lo desobedecieron en el desierto!
¡Cuántas veces lo hicieron enojar en el yermo!
41 ¡Una y otra vez ponían a prueba a Dios!
¡Provocaban al Santo de Israel!
42 No traían a la memoria su poder,
ni el día en que él los libró de la angustia,
43 cuando realizó en Egipto sus señales,
y sus maravillas en el campo de Soán;
44 cuando convirtió en sangre sus ríos
y sus corrientes, para que no bebieran.(I)
45 Les mandó enjambres de moscas,(J) que los devoraban,
y también ranas,(K) que los destruían;
46 dejó que la oruga y la langosta(L)
destruyera el fruto de su trabajo.
47 Con granizo destruyó sus viñas,
y con escarcha acabó con sus higueras.
48 Con granizo hizo estragos en sus ganados,
y con sus rayos(M) acabó con sus animales.
49 Descargó sobre ellos el ardor de su ira;
los angustió con su enojo y su indignación,
¡con un ejército de ángeles destructores!
50 Le abrió paso a su furor
y no les salvó la vida, sino que los entregó a la muerte.
51 En Egipto,(N) en los campamentos de Cam,
les quitó la vida a todos los primogénitos,
a los primeros frutos de su vigor.

52 Dios hizo que su pueblo saliera como ovejas,
y como un rebaño(O) los llevó por el desierto;
53 con mano segura los fue llevando,
para que no tuvieran ningún temor,
mientras que el mar cubrió a sus enemigos.(P)
54 Y los trajo a las fronteras de su tierra santa,(Q)
a este monte que ganó con su mano derecha.
55 Expulsó a las naciones de la presencia de su pueblo,(R)
repartió en sorteo las tierras que les dio en propiedad,
y permitió que las tribus de Israel se asentaran allí.

56 Pero ellos pusieron a prueba al Dios Altísimo;(S)
lo hicieron enojar y no obedecieron sus decretos.
57 Hicieron lo que sus padres, y se rebelaron contra él;
¡se torcieron como un arco engañoso!
58 Lo hicieron enojar con sus lugares altos;
lo provocaron a celo con sus imágenes talladas.
59 Cuando Dios lo supo, se enojó
y rechazó por completo a Israel.
60 Se alejó del tabernáculo de Silo,
de su lugar de residencia terrenal,(T)
61 y dejó caer en manos del enemigo(U)
el símbolo de su gloria y su poder.
62 Fue tanto su enojo contra su pueblo
que los dejó caer a filo de espada.
63 Sus jóvenes fueron devorados por el fuego;
sus doncellas no llegaron a oír cantos nupciales.
64 Sus sacerdotes cayeron a filo de espada,
y sus viudas no lamentaron su muerte.

65 Pero el Señor despertó como de un sueño,
y gritando como un guerrero que ha tomado vino,
66 hirió a sus enemigos y los puso en fuga;
¡los dejó avergonzados para siempre!
67 Desechó los campamentos de José,
y no escogió a la tribu de Efraín,
68 sino que prefirió a la tribu de Judá
y al monte Sión, que tanto ama.
69 Edificó su santuario semejante a las alturas,
y semejante a la tierra, que afirmó para siempre.
70 Eligió a su siervo David,
al que tomó de los rebaños de ovejas;
71 David cuidaba a las ovejas recién paridas,
pero Dios lo puso a cuidar de su pueblo Israel,
de Jacob, que es su heredad.(V)
72 Y David cuidó de ellos con todo el corazón;
con gran pericia los guió como a un rebaño.

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Masquil[a] de Asaf.

78 Escucha (A), pueblo mío, mi enseñanza[b];
inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca(B).
En parábolas abriré mi boca(C);
hablaré enigmas(D) de la antigüedad,
que hemos oído y conocido,
y que nuestros padres nos han contado(E).
No lo ocultaremos a sus hijos(F),
sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor(G),
su poder y las maravillas(H) que hizo.

Porque Él estableció un testimonio en Jacob(I),
y puso una ley en Israel(J),
la cual ordenó a nuestros padres(K)
que enseñaran[c] a sus hijos(L);
para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer(M);
y estos se levantaran y lo contaran a sus hijos(N),
para que ellos pusieran su confianza en Dios,
y no se olvidaran de las obras de Dios(O),
sino que guardaran sus mandamientos(P);
y no fueran como sus padres(Q),
una generación porfiada y rebelde(R),
generación que no preparó[d] su corazón(S),
y cuyo espíritu no fue fiel a Dios(T).

Los hijos de Efraín eran[e] arqueros bien equipados[f](U),
pero volvieron las espaldas el día de la batalla(V).
10 No guardaron el pacto de Dios(W),
y rehusaron andar en su ley(X);
11 olvidaron sus obras(Y),
y los[g] milagros que les había mostrado.
12 Él hizo maravillas(Z) en presencia de sus padres,
en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán(AA).
13 Dividió el mar(AB) y los hizo pasar,
y contuvo las aguas como en un montón(AC).
14 Después los guió de día con la nube(AD),
y toda la noche con un resplandor[h] de fuego(AE).
15 Partió las rocas en el desierto,
y les dio agua tan abundante(AF) como las profundidades del océano;
16 hizo salir corrientes de la peña(AG),
e hizo descender aguas como ríos.

17 Pero aún siguieron pecando contra Él,
rebelándose(AH) contra el Altísimo en el desierto.
18 Y en sus corazones tentaron[i] a Dios(AI),
pidiendo comida(AJ) a su gusto.
19 Hablaron contra Dios,
y dijeron: ¿Podrá Dios preparar mesa en el desierto(AK)?
20 He aquí, hirió la roca y brotaron aguas,
y torrentes se desbordaron(AL);
¿podrá también dar pan?,
¿proveerá carne para su pueblo(AM)?

21 Por tanto, al oírlo, el Señor se indignó(AN);
un fuego se encendió contra Jacob,
y aumentó también la ira contra Israel,
22 porque no creyeron en Dios,
ni confiaron en su salvación(AO).
23 Sin embargo, dio órdenes a las nubes arriba,
y abrió las puertas de los cielos(AP);
24 hizo llover sobre ellos maná(AQ) para comer,
y les dio comida[j] del cielo(AR).
25 Pan de ángeles[k] comió el hombre;
Dios les mandó comida[l] hasta saciarlos[m](AS).
26 Hizo soplar en el cielo el viento solano(AT),
y con su poder dirigió el viento del sur,
27 Él hizo llover sobre ellos carne como polvo,
aladas aves(AU) como la arena de los mares,
28 y las hizo caer en medio del[n] campamento,
alrededor de sus viviendas.
29 Comieron y quedaron bien saciados(AV),
y les concedió su deseo.
30 Antes de que hubieran satisfecho[o] su deseo,
mientras la comida aún estaba en su boca,
31 la ira de Dios se alzó contra ellos(AW)
y mató a algunos de los más robustos[p](AX),
y subyugó[q] a los escogidos de Israel.
32 A pesar de todo esto, todavía pecaron(AY)
y no creyeron en sus maravillas(AZ).
33 Él, pues, hizo terminar sus días en vanidad[r](BA),
y sus años en terror súbito.

34 Cuando los hería de muerte[s], entonces le buscaban(BB),
y se volvían y buscaban con diligencia a Dios(BC);
35 se acordaban de que Dios era su roca(BD),
y el Dios Altísimo su Redentor(BE).
36 Mas con su boca le engañaban(BF),
y con su lengua le mentían(BG).
37 Pues su corazón no era leal para con Él(BH),
ni eran fieles a su pacto.
38 Mas Él, siendo compasivo(BI), perdonaba[t] sus iniquidades(BJ) y no los destruía;
muchas veces contuvo[u] su ira(BK),
y no despertó todo su furor.
39 Se acordaba(BL) de que ellos eran carne(BM),
un soplo que pasa y no vuelve(BN).

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra Él en el desierto(BO),
y le entristecieron(BP) en las soledades[v](BQ)!
41 Tentaron[w] a Dios(BR) una y otra vez,
y afligieron al Santo de Israel(BS).
42 No se acordaron(BT) de su poder[x](BU),
del día en que los redimió del adversario(BV),
43 cuando hizo sus señales[y] en Egipto(BW),
y sus prodigios(BX) en el campo de Zoán.
44 Convirtió en sangre sus ríos(BY)
y sus corrientes, y no pudieron beber.
45 Envió entre ellos enjambres de moscas(BZ) que los devoraban,
y ranas que los destruían(CA).
46 Entregó también sus cosechas al saltamontes[z](CB),
y el fruto de su trabajo a la langosta(CC).
47 Con granizo(CD) destruyó[aa] sus vides,
y sus sicómoros[ab] con escarcha.
48 Entregó también al granizo sus ganados(CE),
y sus rebaños a los rayos.
49 Envió sobre ellos el ardor de su ira(CF),
furia, indignación y angustia,
un ejército de ángeles destructores[ac].
50 Preparó senda para su ira;
no eximió sus almas[ad] de la muerte,
sino que entregó sus vidas a la plaga(CG),
51 e hirió a todos los primogénitos en Egipto(CH),
las primicias(CI) de su virilidad en las tiendas de Cam(CJ).
52 Mas a su pueblo lo sacó como a ovejas(CK),
como a rebaño los condujo en el desierto(CL);
53 los guió con seguridad(CM), de modo que no temieron,
pero el mar se tragó a sus enemigos(CN).

54 Los trajo, pues, a su tierra santa[ae](CO),
a esta tierra montañosa[af](CP) que su diestra había adquirido(CQ).
55 Y expulsó a las naciones(CR) de delante de ellos;
las repartió con medida por herencia(CS),
e hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel.
56 Empero ellos tentaron[ag](CT) y provocaron al Dios Altísimo(CU),
y no guardaron sus testimonios,
57 sino que se volvieron atrás y fueron desleales como sus padres(CV);
se desviaron como arco engañoso(CW).
58 Pues le provocaron(CX) con sus lugares altos(CY),
y despertaron sus celos(CZ) con sus imágenes talladas[ah](DA).
59 Al oírlo Dios, se indignó(DB),
y aborreció a Israel en gran manera(DC).
60 Abandonó la morada en Silo(DD),
la tienda que había levantado[ai] entre los hombres,
61 y entregó al cautiverio su poderío(DE),
y su gloria en manos del adversario(DF).
62 Entregó también su pueblo a la espada(DG),
y se indignó contra su heredad.
63 El fuego consumió(DH) a sus jóvenes,
y no tuvieron canciones de bodas sus doncellas(DI).
64 Sus sacerdotes cayeron a espada(DJ),
y sus viudas no pudieron llorar(DK).

65 Entonces despertó el Señor como de un sueño(DL),
como guerrero(DM) vencido[aj] por el vino,
66 e hizo retroceder[ak] a sus adversarios(DN),
poniendo sobre ellos una afrenta perpetua.
67 Desechó también la tienda de José(DO),
y no escogió a la tribu de Efraín,
68 sino que escogió a la tribu de Judá,
al monte Sión que Él amaba(DP).
69 Y edificó su santuario como las alturas(DQ),
como la tierra que ha fundado para siempre.
70 Escogió también a David su siervo(DR),
lo tomó de entre los apriscos de las ovejas;
71 lo trajo de cuidar[al] las ovejas(DS) con sus corderitos[am](DT),
para pastorear(DU) a Jacob, su pueblo,
y a Israel, su heredad(DV).
72 Y él los pastoreó según la integridad de su corazón(DW),
y los guió con la destreza de sus manos[an].

Footnotes

  1. Salmos 78:1 Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo
  2. Salmos 78:1 O, ley
  3. Salmos 78:5 Lit., las hicieran saber
  4. Salmos 78:8 O, hizo recto
  5. Salmos 78:9 O, siendo
  6. Salmos 78:9 Lit., arqueros equipados con arco
  7. Salmos 78:11 Lit., sus
  8. Salmos 78:14 Lit., una luz
  9. Salmos 78:18 O, pusieron a prueba
  10. Salmos 78:24 Lit., grano
  11. Salmos 78:25 Lit., fuertes
  12. Salmos 78:25 O, provisión
  13. Salmos 78:25 Lit., hasta la saciedad
  14. Salmos 78:28 Lit., de su
  15. Salmos 78:30 Lit., No se habían separado de
  16. Salmos 78:31 Lit., gruesos
  17. Salmos 78:31 Lit., e hizo inclinar
  18. Salmos 78:33 O, en un soplo
  19. Salmos 78:34 O, mataba
  20. Salmos 78:38 O, expiaba; lit., cubría
  21. Salmos 78:38 Lit., apartó
  22. Salmos 78:40 O, el yermo
  23. Salmos 78:41 O, Pusieron a prueba
  24. Salmos 78:42 Lit., mano
  25. Salmos 78:43 O, milagros
  26. Salmos 78:46 O, a la oruga
  27. Salmos 78:47 Lit., mataba
  28. Salmos 78:47 O, higueras
  29. Salmos 78:49 Lit., una delegación de ángeles del mal
  30. Salmos 78:50 O, vidas
  31. Salmos 78:54 Lit., frontera santa o territorio santo
  32. Salmos 78:54 O, montaña
  33. Salmos 78:56 O, pusieron a prueba
  34. Salmos 78:58 O, ídolos
  35. Salmos 78:60 Algunas versiones antiguas dicen: donde moraba
  36. Salmos 78:65 O, excitado, o, recuperado del
  37. Salmos 78:66 Lit., e hirió por detrás
  38. Salmos 78:71 Lit., de seguir
  39. Salmos 78:71 Lit., ovejas que amamantaban
  40. Salmos 78:72 Lit., palmas