119 Tú desechas como escoria a los malvados de la tierra;
    por eso amo tus mandatos.
120 Mi cuerpo se estremece por el temor que me inspiras;
    siento reverencia por tus leyes.

Ayin

121 Yo practico la justicia y el derecho;
    no me dejes en manos de mis opresores.

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