Add parallel Print Page Options

Apacenté, pues, las ovejas destinadas para la matanza(A), esto es, los afligidos del rebaño(B). Y tomé para mí dos cayados(C): a uno lo llamé Gracia(D) y al otro lo llamé Unión; y apacenté las ovejas(E).

Destruí a los tres pastores en un mes(F), pues mi alma se impacientó con ellos y su alma también se cansó de mí. Entonces dije: «No los apacentaré más. La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras(G)».

Read full chapter