Add parallel Print Page Options

y ahora vienen a suplicarme:
    “¡Dios de Israel, te conocemos!”
Pero Israel ha rechazado el bien,
    así que un enemigo lo perseguirá.
Establecen reyes que yo no apruebo,
    y escogen autoridades que no conozco.
Con su plata y con su oro se hacen imágenes
    para su propia destrucción.

Read full chapter