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Dios ha puesto al servicio de él a las autoridades para tu beneficio. Pero si estás haciendo algo malo, claro que tienes que temerlas, porque para eso tienen armas para castigarte. Para eso las ha puesto Dios, para actuar con justicia y castigar a los malhechores. Así que hay que obedecer a las autoridades para que no te castiguen y porque es un deber de conciencia.

Por eso mismo ustedes pagan impuestos. Las autoridades están sirviéndoles en el trabajo que Dios les ha encomendado.

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