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La gloria futura

18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada(A). 19 Porque el anhelo profundo(B) de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios(C). 20 Porque la creación fue sometida a vanidad(D), no de su propia voluntad, sino por causa de Aquel(E) que la sometió, en la esperanza 21 de que la creación[a] misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios(F).

22 Pues sabemos que la creación entera gime y sufre(G) hasta ahora dolores de parto. 23 Y no solo ella(H), sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu(I), aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente(J) la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo(K). 24 Porque en esperanza hemos sido salvados(L), pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?[b](M)

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Footnotes

  1. Romanos 8:21 Algunos mss. antiguos dicen: en esperanza; porque la creación.
  2. Romanos 8:24 Algunos mss. antiguos dicen: ¿quién espera lo que ve?

18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?

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