No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo y solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio. Ahora bien, esto lo digo como una concesión y no como una orden. En realidad, preferiría que todos fueran como yo. No obstante, cada uno tiene de Dios su propio don: este posee uno; aquel, otro.

Read full chapter

No se nieguen el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para dedicarse a la oración. Pero vuelvan luego a juntarse, no sea que Satanás los tiente por no poder dominarse. Aunque esto lo digo más como concesión que como mandamiento. En realidad, quisiera que todos los hombres fueran como yo; pero Dios le ha dado a cada uno su propio don, a algunos de alguna manera y a otros, de otra.

Read full chapter

No os privéis el uno del otro(A), excepto de común acuerdo y por cierto[a] tiempo, para dedicaros a la oración; volved después a juntaros[b] a fin de que Satanás(B) no os tiente por causa de vuestra falta de dominio propio. Mas esto digo por vía de concesión, no como una orden(C). Sin embargo[c], yo desearía que todos los hombres fueran como yo(D). No obstante, cada cual ha recibido[d] de Dios su propio don(E), uno de una manera y otro de otra.

Read full chapter

Footnotes

  1. 1 Corintios 7:5 Lit., un
  2. 1 Corintios 7:5 Lit., estad juntos
  3. 1 Corintios 7:7 Algunos mss. antiguos dicen: Porque
  4. 1 Corintios 7:7 Lit., tiene

No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.

Read full chapter

Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar.

Todo esto lo digo más como concesión que como mandamiento. Personalmente, quisiera que todos fueran como yo; pero Dios ha dado a cada uno diferentes dones, a unos de una clase y a otros de otra.

Read full chapter