»Si encuentras un toro o un asno perdido, devuélvelo, aunque sea de tu enemigo.

»Si ves un asno caído bajo el peso de su carga, no lo dejes así; ayúdalo, aunque sea de tu enemigo.

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»Si encuentras el buey o el asno que tu enemigo había perdido, devuélveselo. No dejes de ayudar a aquel que te odia; si ves que su asno cae bajo el peso de la carga, ayúdale a quitar la carga de encima.

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