² Y el ángel del Señor^(A) se le apareció en una llama de fuego, en medio de una^[a] zarza^(B). Al fijarse Moisés, vio que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía.

¹⁸ Todo el monte Sinaí humeaba^(A), porque el Señor había descendido sobre él en fuego^(B). El humo subía como el humo de un horno^(C), y todo el monte se estremecía con violencia^(D).

¹³ En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, eran como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos^(A).

⁴¹ »Entonces dirá también a los de Su izquierda: “Apártense de Mí^(A), malditos, al fuego eterno^(B) que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles^(C).

¹³ la obra de cada uno se hará evidente^(A); porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada. El fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno^[a](B).

²⁷ sino cierta horrenda expectación de juicio^(A), y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios^(B).

²⁹ porque nuestro Dios es fuego consumidor^(A).