Add parallel Print Page Options

Muestra su fiel amor por mil generaciones
    y perdona culpas, ofensas y pecados.
Sin embargo no se olvida de castigar a los culpables.
Castiga a los hijos y a nietos,
    hasta la tercera y la cuarta generación,
    por los pecados de sus padres».

Rápidamente Moisés se postró rostro en tierra y lo adoró diciendo:

—Si realmente estás contento conmigo, acompáñanos aunque ellos sean tercos. Perdónanos las maldades que hemos hecho y acéptanos como tu pueblo.

Read full chapter