18 ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar acerca de las buenas noticias pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho.

Read full chapter

18 ¿Cuál es, pues, mi recompensa? La de predicar el evangelio de Cristo de manera gratuita, para no abusar de mi derecho en el evangelio.

Read full chapter

18 ¿Cuál es, entonces, mi recompensa(A)? Que al predicar[a] el evangelio, pueda ofrecerlo[b] gratuitamente(B) sin hacer pleno uso de mi derecho(C) en el evangelio.

Read full chapter

Footnotes

  1. 1 Corintios 9:18 O, anunciar
  2. 1 Corintios 9:18 Lit., ofrecer el evangelio

18 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.

Read full chapter

ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para no ser una carga a ninguno de ustedes. Y lo hicimos así no porque no tuviéramos derecho a tal ayuda, sino para darles buen ejemplo. 10 Porque, incluso cuando estábamos con ustedes, les ordenamos: «El que no quiera trabajar, que tampoco coma».

Read full chapter

ni comimos el pan de nadie sin pagarlo, sino que día y noche trabajamos muy duro y sin descanso, para no ser una carga a ninguno de ustedes. Y no es que no tuviéramos derecho de hacerlo, sino que quisimos darles un buen ejemplo a seguir. 10 Cuando estábamos con ustedes, también les ordenamos esto: «Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.»

Read full chapter

ni comimos de balde el pan de nadie(A), sino que con trabajo y fatiga(B) trabajamos día y noche(C) a fin de no ser carga a ninguno de vosotros; no porque no tengamos derecho a ello(D), sino para ofrecernos como modelo a vosotros(E) a fin de que sigáis nuestro ejemplo[a]. 10 Porque aun cuando estábamos con vosotros(F) os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma(G).

Read full chapter

Footnotes

  1. 2 Tesalonicenses 3:9 Lit., nos imitéis

ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. 10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.

Read full chapter