32 Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina(A) para que no seamos condenados con el mundo(B).

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32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

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además, habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige:

Hijo mío, no tengas en poco la disciplina del Señor,
ni te desanimes(A) al ser reprendido por Él(B);
porque el Señor al que ama, disciplina(C),
y azota a todo el que recibe por hijo(D).

Es para vuestra corrección[a] que sufrís[b]; Dios os trata como a hijos(E); porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline? Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos(F). Además, tuvimos padres terrenales[c] para disciplinarnos, y los respetábamos(G), ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros[d] espíritus(H), y viviremos(I)? 10 Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad(J). 11 Al presente ninguna[e] disciplina parece ser[f] causa de gozo, sino de tristeza[g](K); sin embargo, a los que han sido ejercitados[h] por medio de[i] ella, les da después fruto apacible de justicia(L). 12 Por tanto, fortaleced[j] las manos débiles[k] y las rodillas que flaquean(M), 13 y haced sendas derechas para vuestros pies(N), para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane(O).

Exhortación a la fidelidad

14 Buscad[l] la paz con todos(P) y la santidad(Q), sin la cual nadie verá al Señor(R). 15 Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios(S); de que ninguna raíz de amargura(T), brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados(U); 16 de que no haya ninguna persona inmoral(V) ni profana(W) como Esaú, que vendió su primogenitura por una comida(X). 17 Porque sabéis que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas(Y).

Contraste entre el monte Sinaí y el monte Sión

18 Porque no os habéis acercado(Z) a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino(AA), 19 ni a sonido de trompeta(AB), ni a ruido de palabras(AC) tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más(AD); 20 porque no podían soportar el mandato: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada[m](AE). 21 Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando(AF). 22 Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión(AG) y a la ciudad(AH) del Dios vivo(AI), la Jerusalén celestial(AJ), y a miríadas de ángeles(AK), 23 a la asamblea general[n] e iglesia de los primogénitos(AL) que están inscritos en los cielos(AM), y a Dios, el Juez de todos(AN), y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos(AO), 24 y a Jesús, el mediador del nuevo pacto(AP), y a la sangre rociada(AQ) que habla mejor que la sangre de Abel(AR). 25 Mirad que no rechacéis(AS) al que habla(AT). Porque si aquellos no escaparon[o](AU) cuando rechazaron(AV) al que les amonestó[p] sobre la tierra(AW), mucho menos[q] escaparemos nosotros si nos apartamos de aquel que nos amonesta[r] desde el cielo(AX). 26 Su voz hizo temblar entonces la tierra(AY), pero ahora Él ha prometido, diciendo: Aún una vez más, yo haré temblar no solo la tierra, sino también el cielo(AZ). 27 Y esta expresión: Aún, una vez más, indica la remoción de las cosas movibles(BA), como las cosas creadas, a fin de que permanezcan las cosas que son inconmovibles. 28 Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible(BB), demostremos[s] gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable(BC) con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor(BD).

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Footnotes

  1. Hebreos 12:7 O, disciplina, o, instrucción
  2. Hebreos 12:7 O, soportáis, o, sobrelleváis
  3. Hebreos 12:9 Lit., de nuestra carne
  4. Hebreos 12:9 O, los
  5. Hebreos 12:11 Lit., toda
  6. Hebreos 12:11 Lit., parece no ser
  7. Hebreos 12:11 O, pesar
  8. Hebreos 12:11 O, adiestrados, o, entrenados
  9. Hebreos 12:11 O, en
  10. Hebreos 12:12 Lit., enderezad
  11. Hebreos 12:12 O, caídas
  12. Hebreos 12:14 O, Seguid
  13. Hebreos 12:20 Algunos mss. posteriores agregan: o traspasada con dardo
  14. Hebreos 12:23 O, y a miríadas de ángeles en festiva asamblea
  15. Hebreos 12:25 Lit., no escapaban
  16. Hebreos 12:25 O, advirtió
  17. Hebreos 12:25 Lit., más
  18. Hebreos 12:25 O, advierte
  19. Hebreos 12:28 Lit., tengamos

y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,

Ni desmayes cuando eres reprendido por él;

Porque el Señor al que ama, disciplina,

Y azota a todo el que recibe por hijo.(A)

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Los que rechazan la gracia de Dios

12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;(B) 13 y haced sendas derechas para vuestros pies,(C) para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,(D) os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.(E) 17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.(F)

18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,(G) 20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;(H) 21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;(I) 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.(J)

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra,(K) mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.(L) 27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.(M)

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