Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo. Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede seguir pecando, porque ha nacido de Dios. 10 Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios, como tampoco lo es el que no ama a su hermano.

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Hijitos, que nadie los engañe, el que hace justicia es justo, así como él es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto se ha manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. 10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, ni ama a su hermano, tampoco es de Dios.

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48 Por tanto, sean perfectos como su Padre celestial es perfecto.

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48 Por lo tanto, sean ustedes perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.(A)

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Porque pueden estar seguros de que nadie que sea inmoral o impuro o avaro —es decir, idólatra— tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios.[a] Que nadie los engañe con argumentaciones vanas, porque por esto viene el castigo de Dios sobre los que viven en la desobediencia.

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Footnotes

  1. 5:5 de Cristo y de Dios. Alt. de Cristo, que es Dios.

Ustedes bien saben que ninguno que sea libertino, inmundo, o avaro (es decir, ningún idólatra), tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie los engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre aquellos que no lo obedecen.

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11 —Nadie, Señor.

Jesús dijo:

—Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.

Validez del testimonio de Jesús

12 Una vez más Jesús se dirigió a la gente y dijo:

—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.

13 —Tú te presentas como tu propio testigo —alegaron los fariseos—, así que tu testimonio no es válido.

14 —Aunque yo sea mi propio testigo —respondió Jesús—, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he venido y a dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.

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11 Ella dijo: «Nadie, Señor.» Entonces Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y no peques más.»][a]

Jesús, la luz del mundo

12 En otra ocasión, Jesús dijo: «Yo soy la luz del mundo;(A) el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» 13 Entonces los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.»(B) 14 Jesús les respondió: «Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.

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Footnotes

  1. Juan 8:11 El texto entre corchetes sólo se halla en mss. tardíos.

Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

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además, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

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13 Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.

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13 porque si ustedes viven en conformidad con la carne, morirán; pero si dan muerte a las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.

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Advertencia a los que rechazan a Dios

14 Busquen la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

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14 Procuren vivir en paz con todos, y en santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

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15 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; 16 pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo».[a]

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Footnotes

  1. 1:16 Lv 11:44,45; 19:2; 20:7.

15 Al contrario, vivan una vida completamente santa, porque santo es aquel que los ha llamado. 16 Escrito está: «Sean santos, porque yo soy santo.»(A)

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el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió.

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El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

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¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los inmorales sexuales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los homosexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

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¿Acaso no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se equivoquen: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se acuestan con hombres, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los malhablados, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

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50 Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal[a] no puede heredar el reino de Dios ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible.

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Footnotes

  1. 15:50 el cuerpo mortal. Lit. carne y sangre.

50 Pero una cosa les digo, hermanos: ni la carne ni la sangre pueden heredar el reino de Dios, y tampoco la corrupción puede heredar la incorrupción.

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53 Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible y lo mortal, de inmortalidad.

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53 Porque es necesario que lo corruptible se vista de incorrupción, y lo mortal se vista de inmortalidad.

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