Mis queridos hijos, escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.

Sabemos que hemos llegado a conocer a Dios si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente[a] en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió.

Queridos hermanos, lo que escribo no es un mandamiento nuevo, sino uno antiguo que han tenido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron. Por otra parte, lo que escribo es un mandamiento nuevo, cuya verdad se manifiesta tanto en la vida de Cristo como en la de ustedes, porque la oscuridad se va desvaneciendo y ya brilla la luz verdadera.

El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. 10 El que ama a su hermano permanece en la luz y no hay nada que lo haga tropezar. 11 Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad, en ella vive y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver.

12 Les escribo a ustedes, queridos hijos,
    porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo.
13 Les escribo a ustedes, padres,
    porque han conocido al que es desde el principio.
Les escribo a ustedes, jóvenes,
    porque han vencido al maligno.
Les he escrito a ustedes, queridos hijos,
    porque han conocido al Padre.

14 Les he escrito a ustedes, padres,
    porque han conocido al que es desde el principio.
Les he escrito a ustedes, jóvenes,
    porque son fuertes,
    la palabra de Dios permanece en ustedes,
    y han vencido al maligno.

No amemos al mundo

15 No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos de la carne,[b] la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida—, proviene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Cuidémonos de los anticristos

18 Queridos hijos, esta es la hora final y así como ustedes oyeron que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya. Por eso nos damos cuenta de que esta es la hora final. 19 Aunque salieron de entre nosotros, en realidad no eran de los nuestros; si lo hubieran sido, se habrían quedado con nosotros. Su salida sirvió para comprobar que ninguno de ellos era de los nuestros.

20 Todos ustedes, en cambio, han recibido unción del Santo, de manera que conocen la verdad.[c] 21 No les escribo porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso? Es el que niega que Jesús es el Cristo. Tal persona es el anticristo, la que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre; el que confiese al Hijo tiene también al Padre.

Permanezcamos en Dios

24 Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio, y así ustedes[d] permanecerán también en el Hijo y en el Padre. 25 Esta es la promesa que él nos dio: la vida eterna.

26 Estas cosas les escribo acerca de los que procuran engañarlos. 27 En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es verdadera —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él tal y como él les enseñó.

28 Y ahora, queridos hijos, permanezcan en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.

Hijos de Dios

29 Si reconocen que Jesucristo es justo, reconozcan también que todo el que practica la justicia ha nacido de él.

Footnotes

  1. 2:5 se manifiesta plenamente. Lit. se ha perfeccionado.
  2. 2:16 En contextos como estos la palabra griega para carne (sarx) se refiere a la naturaleza pecaminosa de los seres humanos, a menudo presentada en oposición al Espíritu.
  3. 2:20 la verdad. Var. todas las cosas.
  4. 2:24 principio, … ustedes. Lit. principio. Si permanece en ustedes lo que han oído desde el principio, ustedes.

Cristo, nuestro abogado

Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Con esto podemos saber que lo conocemos: si obedecemos sus mandamientos. El que dice: «Yo lo conozco», y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso, y no hay verdad en él. El amor de Dios se ha perfeccionado verdaderamente en el que obedece su palabra, y por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

El nuevo mandamiento

Hermanos, no les escribo un mandamiento nuevo,(A) sino el mandamiento antiguo que ustedes han tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que han oído desde el principio. Sin embargo, les escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en ustedes, porque las tinieblas se van desvaneciendo, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

12 Les escribo a ustedes, hijitos, porque sus pecados les han sido perdonados por su nombre. 13 Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les escribo a ustedes, hijitos, porque han conocido al Padre. 14 Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno.

15 No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

El anticristo

18 Hijitos, han llegado los últimos tiempos; y así como ustedes oyeron que el anticristo viene, ahora han surgido muchos anticristos; por esto sabemos que han llegado los últimos tiempos. 19 Ellos salieron de nosotros, pero no eran de nosotros. Si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que fuera evidente que no todos son de nosotros. 20 Pero ustedes tienen la unción del Santo, y conocen todas las cosas. 21 No les he escrito porque no conocen la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Éste es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 24 Que permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio. Si lo que han oído desde el principio permanece en ustedes, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. 25 Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

26 Les he escrito esto acerca de los que los engañan. 27 La unción que ustedes recibieron de él permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Así como la unción misma les enseña todas las cosas, y es verdadera y no falsa, permanezcan en él, tal y como él les ha enseñado.

28 Y ahora, hijitos, permanezcan en él para que, cuando se manifieste, tengamos confianza, y cuando venga no nos alejemos de él avergonzados. 29 Si saben que él es justo, sepan también que todo el que hace justicia ha nacido de él.

Cristo, nuestro abogado

Hijitos míos(A), os escribo estas cosas para que no pequéis(B). Y si alguno peca, Abogado[a] tenemos(C) para con el Padre, a Jesucristo el justo(D). Él mismo es la propiciación[b] por nuestros pecados(E), y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero(F). Y en esto sabemos(G) que hemos llegado a conocerle(H): si guardamos sus mandamientos(I). El que dice: Yo he llegado(J) a conocerle(K), y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso(L) y la verdad no está en él(M); pero el que guarda su palabra(N), en él verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado(O). En esto sabemos que estamos en Él(P). El que dice que permanece en Él(Q), debe[c] andar como Él anduvo(R).

Mandamiento sobre el amor fraternal

Amados(S), no os escribo un mandamiento nuevo(T), sino un mandamiento antiguo, que habéis tenido[d] desde el principio(U); el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído. Por otra parte[e], os escribo un mandamiento nuevo(V), el cual es verdadero en Él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando(W), y la luz verdadera ya está alumbrando(X). El que dice que está en la luz, y aborrece(Y) a su hermano(Z), está aún[f] en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él(AA). 11 Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas(AB) y anda en tinieblas(AC), y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos(AD).

No améis lo que está en el mundo

12 Os escribo a vosotros, hijos[g](AE), porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre(AF). 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio(AG). Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido(AH) al maligno(AI). Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre(AJ). 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio(AK). Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes(AL) y la palabra de Dios permanece en vosotros(AM) y habéis vencido al maligno(AN). 15 No améis al mundo(AO) ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él(AP). 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne(AQ), la pasión de los ojos(AR) y la arrogancia de la vida[h](AS), no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa(AT), y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Advertencias contra el anticristo

18 Hijitos[i], es la última hora(AU), y así como oísteis que el anticristo viene(AV), también ahora han surgido muchos anticristos(AW); por eso sabemos que es la última hora. 19 Salieron de nosotros(AX), pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara[j] que no todos son[k] de nosotros(AY). 20 Pero[l] vosotros tenéis unción(AZ) del Santo(BA), y todos vosotros lo sabéis[m](BB). 21 No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis(BC) y porque[n] ninguna mentira procede de la verdad(BD). 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo[o](BE)? Este es el anticristo(BF), el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre(BG); el que confiesa al Hijo tiene también al Padre. 24 En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio(BH). Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre(BI). 25 Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo[p]: la vida eterna(BJ). 26 Os he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañaros(BK). 27 Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de Él permanece en vosotros(BL), y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas(BM), y es verdadera y no mentira(BN), y así como os ha enseñado, permanecéis[q] en Él. 28 Y ahora, hijos[r](BO), permaneced en Él, para que cuando se manifieste(BP), tengamos confianza(BQ) y no nos apartemos de Él avergonzados[s](BR) en su venida[t](BS). 29 Si sabéis que Él es justo(BT), sabéis también que todo el que hace justicia es nacido[u] de Él(BU).

Footnotes

  1. 1 Juan 2:1 O, Intercesor; gr., Paracletos; i.e., uno llamado al lado para ayudar
  2. 1 Juan 2:2 O, satisfacción
  3. 1 Juan 2:6 Lit., él mismo debe
  4. 1 Juan 2:7 Lit., tenían
  5. 1 Juan 2:8 Lit., Otra vez
  6. 1 Juan 2:9 Lit., hasta ahora
  7. 1 Juan 2:12 O, hijitos
  8. 1 Juan 2:16 O, las riquezas
  9. 1 Juan 2:18 Lit., Niños
  10. 1 Juan 2:19 Lit., fueran manifestados
  11. 1 Juan 2:19 O, todos ellos no son
  12. 1 Juan 2:20 Lit., Y
  13. 1 Juan 2:20 Algunos mss. antiguos dicen: vosotros sabéis todo
  14. 1 Juan 2:21 O, sabed que
  15. 1 Juan 2:22 I.e., el Mesías
  16. 1 Juan 2:25 Lit., nos prometió
  17. 1 Juan 2:27 O, permaneced
  18. 1 Juan 2:28 O, hijitos
  19. 1 Juan 2:28 Lit., no seamos avergonzados de Él
  20. 1 Juan 2:28 O, en su presencia
  21. 1 Juan 2:29 O, engendrado