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12 (A)Entonces Salomón dijo:

El Señor ha dicho que Él moraría en la densa nube(B).
13 Ciertamente yo te he edificado una casa(C) majestuosa,
un lugar para tu morada para siempre(D).

14 Después el rey se volvió[a] y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie(E), 15 y dijo: Bendito sea el Señor, Dios de Israel(F), que habló por su boca a mi padre David(G) y por su mano lo ha cumplido, cuando dijo: 16 «Desde el día en que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel en la cual edificar una casa para que mi nombre estuviera allí(H), mas escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israel(I)». 17 Y mi padre David tuvo en su[b] corazón edificar una casa al nombre del Señor(J), Dios de Israel. 18 Pero el Señor dijo a mi padre David: «Por cuanto tuviste en[c] tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien hiciste en desearlo en[d] tu corazón. 19 Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá[e], él edificará la casa a mi nombre(K)». 20 Ahora el Señor ha cumplido la palabra que había dicho, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el Señor prometió[f](L), y he edificado la casa al nombre del Señor, Dios de Israel. 21 Y he puesto allí un lugar para el arca, en la cual está el pacto del Señor que Él hizo con nuestros padres cuando los trajo de la tierra de Egipto(M).

Oración de dedicación del templo

22 Entonces Salomón se puso delante del altar del Señor en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos[g] al cielo(N). 23 Y dijo: Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú(O) ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia(P) a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón, 24 que has cumplido[h] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[i]; ciertamente has hablado con tu boca y lo has cumplido con tu mano como sucede hoy. 25 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, cumple[j] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[k], diciendo: «No te faltará quien[l] se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar delante de mí como tú has andado(Q) delante de mí». 26 Ahora pues, oh Dios de Israel, te ruego que se cumpla tu palabra que hablaste a tu siervo(R), mi padre David.

27 Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado(S). 28 No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Señor Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace[m] hoy delante de ti(T); 29 que tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: «Mi nombre estará allí(U)», para que oigas la oración que tu siervo haga[n] hacia este lugar(V). 30 Y escucha la súplica de tu siervo(W) y de tu pueblo Israel cuando oren(X) hacia este lugar; escucha tú en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona(Y).

31 Si alguno peca contra su prójimo(Z) y se le exige juramento[o], y viene y jura delante de tu altar en esta casa, 32 escucha tú desde los cielos y obra y juzga a tus siervos, condenando al impío haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justicia(AA).

33 Cuando tu pueblo Israel sea derrotado[p] delante de un enemigo por haber pecado contra ti(AB), si se vuelven a ti y confiesan tu nombre, y oran y te hacen súplica(AC) en esta casa, 34 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres.

35 Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas(AD), 36 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar(AE). Y envía lluvia sobre tu tierra(AF), la que diste a tu pueblo por heredad.

37 Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay tizón o añublo, langosta o saltamontes, si su enemigo los sitia en la tierra de sus ciudades[q], cualquier plaga, cualquier enfermedad que haya(AG), 38 toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo tu pueblo Israel, conociendo[r] cada cual la aflicción[s] de su corazón, y extendiendo sus manos[t] hacia esta casa, 39 escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón(AH) (porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres(AI)), 40 para que te teman[u] todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que diste a nuestros padres.

41 También en cuanto al extranjero que no es de tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de tu nombre 42 (porque oirán de tu gran nombre, de tu mano poderosa(AJ) y de tu brazo extendido), y venga a orar a esta casa, 43 escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre(AK) para que te teman[v], como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.

44 Cuando tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por cualquier camino que tú los envíes, y oren al Señor(AL) vueltos hacia[w] la ciudad que tú has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre, 45 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

46 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque(AM)) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y estos[x] los lleven cautivos a la tierra del enemigo(AN), lejos o cerca, 47 si recapacitan[y] en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te hacen súplica en la tierra de los que los llevaron cautivos(AO), diciendo: «Hemos pecado y hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente(AP)», 48 si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los llevaron cautivos(AQ), y oran a ti vueltos hacia[z] la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a tu nombre(AR), 49 entonces escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia, 50 y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti, todas las[aa] transgresiones que hayan cometido contra ti, y hazlos objeto de compasión ante los que los llevaron cautivos, para que tengan compasión de ellos(AS) 51 (porque ellos son tu pueblo y tu heredad que sacaste de Egipto(AT), de en medio del horno de hierro(AU)). 52 Que tus ojos estén abiertos a la súplica de tu siervo(AV) y a la súplica de tu pueblo Israel, para escucharlos siempre que te invoquen. 53 Pues tú los has separado de entre todos los pueblos de la tierra como tu heredad, como lo dijiste por medio[ab] de tu siervo Moisés, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor Dios[ac](AW).

54 Y sucedió que cuando Salomón terminó de decir[ad] toda esta oración y súplica al Señor(AX), se levantó de delante del altar del Señor, de estar de[ae] rodillas con sus manos[af] extendidas hacia el cielo(AY). 55 Y se puso de pie y bendijo a toda la asamblea de Israel(AZ) en alta voz, diciendo: 56 Bendito sea el Señor, que ha dado reposo(BA) a su pueblo Israel, conforme a todo lo que prometió[ag]; ninguna palabra ha fallado[ah] de toda su buena promesa[ai] que hizo[aj](BB) por medio[ak] de su siervo Moisés. 57 Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que no nos deje ni nos abandone(BC), 58 para que incline nuestro corazón hacia Él(BD), para que andemos en todos sus caminos y para que guardemos sus mandamientos, sus estatutos y sus preceptos que ordenó a nuestros padres. 59 Y que estas palabras mías, con las que he suplicado delante del Señor, estén cerca del Señor nuestro Dios día y noche, para que Él haga justicia a su siervo y justicia a su pueblo Israel, según las necesidades de cada día[al], 60 a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que el Señor es Dios(BE); no hay otro(BF). 61 Estén, pues, vuestros corazones enteramente dedicados al[am] Señor nuestro Dios(BG), para que andemos en sus estatutos y guardemos sus mandamientos, como en este día.

62 Y el rey y todo Israel con él ofrecieron sacrificios delante del Señor(BH). 63 Y Salomón ofreció como sacrificio de las ofrendas de paz, que él ofreció al Señor, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa del Señor el rey y todos los hijos de Israel(BI). 64 Aquel día el rey consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa del Señor, pues allí ofreció[an] el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura de las ofrendas de paz; porque el altar de bronce(BJ) que estaba delante del Señor era demasiado pequeño para contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura de las ofrendas de paz. 65 Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión, y todo Israel con él(BK), una gran asamblea desde la entrada de Hamat(BL) hasta el torrente de Egipto(BM), delante del Señor nuestro Dios, por siete días y siete días más, o sea catorce días. 66 Al octavo día despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey, y se fueron a sus tiendas gozosos y alegres de corazón por todo el bien que el Señor había mostrado[ao] a su siervo David y a su pueblo Israel.

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Footnotes

  1. 1 Reyes 8:14 Lit., volvió su rostro
  2. 1 Reyes 8:17 Lit., con el
  3. 1 Reyes 8:18 Lit., estuvo con
  4. 1 Reyes 8:18 Lit., que estuvo con
  5. 1 Reyes 8:19 Lit., saldrá de tus lomos
  6. 1 Reyes 8:20 Lit., habló
  7. 1 Reyes 8:22 Lit., palmas
  8. 1 Reyes 8:24 Lit., guardado
  9. 1 Reyes 8:24 Lit., hablaste
  10. 1 Reyes 8:25 Lit., guarda
  11. 1 Reyes 8:25 Lit., hablaste
  12. 1 Reyes 8:25 Lit., No te será cortado hombre de delante de mí que
  13. 1 Reyes 8:28 Lit., ora
  14. 1 Reyes 8:29 Lit., ore
  15. 1 Reyes 8:31 Lit., se le impone juramento para hacerle jurar
  16. 1 Reyes 8:33 Lit., herido
  17. 1 Reyes 8:37 Lit., puertas
  18. 1 Reyes 8:38 Lit., que reconozca
  19. 1 Reyes 8:38 Lit., plaga
  20. 1 Reyes 8:38 Lit., palmas
  21. 1 Reyes 8:40 O, reverencien
  22. 1 Reyes 8:43 O, reverencien
  23. 1 Reyes 8:44 Lit., en dirección a
  24. 1 Reyes 8:46 Lit., sus captores
  25. 1 Reyes 8:47 Lit., vuelven a su corazón
  26. 1 Reyes 8:48 Lit., en dirección a
  27. 1 Reyes 8:50 Lit., sus
  28. 1 Reyes 8:53 Lit., mano
  29. 1 Reyes 8:53 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  30. 1 Reyes 8:54 Lit., orar
  31. 1 Reyes 8:54 Lit., postrado sobre sus
  32. 1 Reyes 8:54 Lit., palmas
  33. 1 Reyes 8:56 Lit., habló
  34. 1 Reyes 8:56 Lit., caído
  35. 1 Reyes 8:56 Lit., palabra
  36. 1 Reyes 8:56 Lit., habló
  37. 1 Reyes 8:56 Lit., mano
  38. 1 Reyes 8:59 Lit., el asunto de un día en su día
  39. 1 Reyes 8:61 Lit., completos con el
  40. 1 Reyes 8:64 Lit., había hecho
  41. 1 Reyes 8:66 Lit., hecho

Dedicación del templo

(2 Cr. 6.1—7.10)

12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad. 13 Yo he edificado casa por morada para ti, sitio en que tú habites para siempre. 14 Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba de pie. 15 Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David mi padre lo que con su mano ha cumplido, diciendo: 16 Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David para que presidiese en mi pueblo Israel.(A) 17 Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 18 Pero Jehová dijo a David mi padre: Cuanto a haber tenido en tu corazón edificar casa a mi nombre, bien has hecho en tener tal deseo.(B) 19 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre.(C) 20 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho; porque yo me he levantado en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 21 Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.

22 Luego se puso Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, 23 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón; 24 que has cumplido a tu siervo David mi padre lo que le prometiste; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como sucede en este día. 25 Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No te faltará varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de mí como tú has andado delante de mí.(D) 26 Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase la palabra que dijiste a tu siervo David mi padre.

27 Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?(E) 28 Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; 29 que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí;(F) y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. 30 Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona.

31 Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; 32 tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

33 Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante de sus enemigos por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti y confesaren tu nombre, y oraren y te rogaren y suplicaren en esta casa, 34 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás a la tierra que diste a sus padres.

35 Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres, 36 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

37 Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; 38 toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa, 39 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres); 40 para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.

41 Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre 42 (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, 43 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué.

44 Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú les mandes, y oraren a Jehová con el rostro hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo edifiqué a tu nombre, 45 tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás justicia.

46 Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga, sea lejos o cerca, 47 y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; 48 y si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti con el rostro hacia su tierra que tú diste a sus padres, y hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado a tu nombre, 49 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia. 50 Y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus infracciones con que se hayan rebelado contra ti, y harás que tengan de ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos; 51 porque ellos son tu pueblo y tu heredad, el cual tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro. 52 Estén, pues, atentos tus ojos a la oración de tu siervo y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo aquello por lo cual te invocaren; 53 porque tú los apartaste para ti como heredad tuya de entre todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por medio de Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor Jehová.

54 Cuando acabó Salomón de hacer a Jehová toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo; 55 y puesto en pie, bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo en voz alta: 56 Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.(G) 57 Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. 58 Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres. 59 Y estas mis palabras con que he orado delante de Jehová, estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que él proteja la causa de su siervo y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo; 60 a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro. 61 Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.

62 Entonces el rey, y todo Israel con él, sacrificaron víctimas delante de Jehová. 63 Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová: veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová. 64 Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio, el cual estaba delante de la casa de Jehová; porque ofreció allí los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz, por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era pequeño, y no cabían en él los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz.

65 En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel, una gran congregación, desde donde entran en Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y aun por otros siete días, esto es, por catorce días. 66 Y al octavo día despidió al pueblo; y ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo y a su pueblo Israel.

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Dedicación del templo

(A)Entonces Salomón dijo:

El Señor ha dicho que Él moraría en la densa nube.
Yo, pues, te he edificado una casa majestuosa,
un lugar donde mores para siempre.

Después el rey se volvió[a] y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie,

y dijo: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que habló por su boca a mi padre David y por su mano lo ha cumplido, cuando dijo: «Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel en la cual edificar una casa para que estuviera allí mi nombre, ni escogí a hombre alguno por príncipe sobre mi pueblo Israel; mas escogí a Jerusalén(B) para que mi nombre estuviera allí, y escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israel(C)». Y mi padre David tuvo en su[b] corazón edificar una casa al nombre del Señor(D), Dios de Israel. Pero el Señor dijo a mi padre David: «Por cuanto tuviste en[c] tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien hiciste en desearlo en[d] tu corazón. Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá[e], él edificará la casa a mi nombre». 10 Ahora el Señor ha cumplido la palabra que había dicho; pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el Señor prometió[f], y he edificado la casa al nombre del Señor, Dios de Israel. 11 Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto que el Señor hizo con los hijos de Israel(E).

12 Entonces Salomón se puso delante del altar del Señor en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos[g]. 13 Porque Salomón había hecho un estrado(F) de bronce de cinco codos[h] de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendiendo las manos[i] al cielo(G), 14 dijo: Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú ni en el cielo ni en la tierra(H), que guardas el pacto y muestras misericordia(I) a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón; 15 que has cumplido[j] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[k]; ciertamente has hablado con tu boca y lo has cumplido con tu mano, como sucede hoy(J). 16 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, cumple[l] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[m], diciendo: «No te faltará quién[n] se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden sus caminos para andar en mi ley como tú has andado delante de mí(K)». 17 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, que se cumpla la palabra que hablaste a tu siervo David.

18 Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos(L) no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado(M). 19 No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Señor Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace[o] delante de ti. 20 Que tus ojos estén abiertos día y noche(N) sobre[p] esta casa, sobre[q] el lugar del cual has dicho que pondrías[r] allí tu nombre, para que oigas la oración que tu siervo hará[s] sobre[t] este lugar(O). 21 Y escucha las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona(P).

22 Si alguno peca contra su prójimo, y se le exige juramento[u], y viene y jura delante de tu altar en esta casa, 23 escucha tú desde los cielos y obra y juzga a tus siervos, castigando[v] al impío, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justicia(Q).

24 Y si tu pueblo Israel es derrotado[w] delante del enemigo por haber pecado contra ti(R), y se vuelven a ti y confiesan tu nombre, y oran y hacen súplica delante de ti en esta casa, 25 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

26 Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia(S) por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas, 27 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar(T), y envía lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo por heredad.

28 Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay tizón o añublo, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades[x], cualquier plaga o cualquier enfermedad que haya(U), 29 toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo tu pueblo Israel, conociendo[y] cada cual su aflicción[z] y su dolor, y extendiendo sus manos[aa] hacia esta casa, 30 escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres(V)), 31 para que te teman[ab] y anden en tus caminos todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que diste a nuestros padres.

32 También en cuanto al extranjero que no es de tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa y de tu brazo extendido, cuando ellos vengan a orar a esta casa(W), 33 escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, para que te teman[ac], como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado(X) sobre esta casa que he edificado.

34 Cuando salga tu pueblo a la batalla contra sus enemigos, por cualquier camino que los envíes, y oren a ti vueltos hacia[ad] esta ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a tu nombre, 35 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

36 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque(Y)) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y estos[ae] los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana, 37 si recapacitan[af] en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te suplican en la tierra de su cautiverio, diciendo: «Hemos pecado, hemos cometido iniquidad y hemos obrado perversamente»; 38 si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma(Z) en la tierra de su cautiverio adonde hayan sido llevados cautivos, y oran vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre, 39 escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y sus súplicas, hazles justicia y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.

40 Ahora, oh Dios mío, te ruego que tus ojos estén abiertos y tus oídos atentos a la oración(AA) elevada en este lugar(AB). 41 Ahora pues, levántate, oh Señor Dios, hacia tu reposo, tú y el arca de tu poder; que tus sacerdotes, oh Señor Dios, se revistan de salvación y tus santos se regocijen(AC) en lo que es bueno. 42 Oh Señor Dios, no rechaces el rostro de tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con tu siervo David(AD).

La fiesta de dedicación

Y cuando Salomón terminó de orar(AE), descendió fuego desde el cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó la casa(AF). Los sacerdotes no podían entrar en la casa del Señor, porque la gloria del Señor llenaba la casa del Señor(AG). Y todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria del Señor sobre la casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron al Señor, diciendo: Ciertamente Él es bueno; ciertamente su misericordia es para siempre(AH).

Entonces el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificio delante del Señor(AI). Y el rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa de Dios, el rey y todo el pueblo. (AJ)Los sacerdotes estaban en sus debidos lugares, también los levitas con los instrumentos de música para el Señor, los cuales había hecho el rey David para alabar al Señor (porque para siempre es su misericordia), cuando David ofrecía alabanza por medio[ag] de ellos. Los sacerdotes tocaban trompetas frente a ellos(AK), y todo Israel estaba de pie. (AL)Salomón consagró también la parte central del atrio que estaba delante de la casa del Señor, pues allí había ofrecido[ah] los holocaustos y la grosura de las ofrendas de paz, porque el altar de bronce que Salomón había hecho no podía contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura.

Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión por siete días, y todo Israel con él, una asamblea muy grande, que vinieron desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto(AM). Y al octavo día tuvieron una asamblea solemne; porque habían celebrado la dedicación del altar por siete días(AN) y la fiesta por siete días. 10 Entonces, el día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus tiendas, gozosos y alegres de corazón por el bien que el Señor había mostrado[ai] a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

Footnotes

  1. 2 Crónicas 6:3 Lit., volvió su rostro
  2. 2 Crónicas 6:7 Lit., con el
  3. 2 Crónicas 6:8 Lit., con
  4. 2 Crónicas 6:8 Lit., tenerlo con
  5. 2 Crónicas 6:9 Lit., saldrá de tus lomos
  6. 2 Crónicas 6:10 Lit., habló
  7. 2 Crónicas 6:12 Lit., palmas
  8. 2 Crónicas 6:13 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
  9. 2 Crónicas 6:13 Lit., palmas
  10. 2 Crónicas 6:15 Lit., guardado
  11. 2 Crónicas 6:15 Lit., hablaste
  12. 2 Crónicas 6:16 Lit., guarda
  13. 2 Crónicas 6:16 Lit., hablaste
  14. 2 Crónicas 6:16 Lit., No te será cortado hombre de delante de mí que
  15. 2 Crónicas 6:19 Lit., ora
  16. 2 Crónicas 6:20 Lit., hacia
  17. 2 Crónicas 6:20 Lit., hacia
  18. 2 Crónicas 6:20 Lit., para poner
  19. 2 Crónicas 6:20 Lit., orará
  20. 2 Crónicas 6:20 Lit., hacia
  21. 2 Crónicas 6:22 Lit., se le impone juramento, para hacerle jurar
  22. 2 Crónicas 6:23 Lit., devolviendo
  23. 2 Crónicas 6:24 Lit., herido
  24. 2 Crónicas 6:28 Lit., puertas
  25. 2 Crónicas 6:29 Lit., que reconozca
  26. 2 Crónicas 6:29 Lit., plaga
  27. 2 Crónicas 6:29 Lit., palmas
  28. 2 Crónicas 6:31 O, reverencien
  29. 2 Crónicas 6:33 O, reverencien
  30. 2 Crónicas 6:34 Lit., en dirección a
  31. 2 Crónicas 6:36 Lit., y sus captores
  32. 2 Crónicas 6:37 Lit., vuelven su corazón
  33. 2 Crónicas 7:6 Lit., mano
  34. 2 Crónicas 7:7 Lit., hecho
  35. 2 Crónicas 7:10 Lit., hecho

Dedicación del templo

(1 R. 8.12-66)

Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad. Yo, pues, he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para siempre. Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie. Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su boca a David mi padre, diciendo: Desde el día que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel. Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté mi nombre, y a David he elegido para que esté sobre mi pueblo Israel. Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. Mas Jehová dijo a David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón deseo de edificar casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu corazón. Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre.(A) 10 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho, pues me levanté yo en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre de Jehová Dios de Israel. 11 Y en ella he puesto el arca, en la cual está el pacto de Jehová que celebró con los hijos de Israel.

12 Se puso luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos. 13 Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, de cinco codos de ancho y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio; y se puso sobre él, se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo, y dijo: 14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón; 15 que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le prometiste; tú lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como se ve en este día. 16 Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú has andado delante de mí.(B) 17 Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase tu palabra que dijiste a tu siervo David.

18 Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que he edificado?(C) 19 Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti. 20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí;(D) que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar. 21 Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.

22 Si alguno pecare contra su prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar ante tu altar en esta casa, 23 tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia.

24 Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa, 25 tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y les harás volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

26 Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres, 27 tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo.

28 Si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en la tierra en donde moren; cualquiera plaga o enfermedad que sea; 29 toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa, 30 tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres; 31 para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.

32 Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere y orare hacia esta casa, 33 tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.

34 Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre, 35 tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa.

36 Si pecaren contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca, 37 y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos hecho; 38 si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre; 39 tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti. 40 Ahora, pues, oh Dios mío, te ruego que estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la oración en este lugar. 41 Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; oh Jehová Dios, sean vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad. 42 Jehová Dios, no rechaces a tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con David tu siervo.(E)

Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas;(F) y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.(G)

Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová. Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo. Y los sacerdotes desempeñaban su ministerio; también los levitas, con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová porque su misericordia es para siempre, cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.

También Salomón consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa de Jehová, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos, y la grosura de las ofrendas de paz; porque en el altar de bronce que Salomón había hecho no podían caber los holocaustos, las ofrendas y las grosuras.

Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una gran congregación, desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto. Al octavo día hicieron solemne asamblea, porque habían hecho la dedicación del altar en siete días, y habían celebrado la fiesta solemne por siete días. 10 Y a los veintitrés días del mes séptimo envió al pueblo a sus hogares, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.