Add parallel Print Page Options

El canto de Ana

Y Ana comenzó a orar así:

Mi corazón salta de alegría por el Señor,
mi fuerza reside en el Señor,
mi boca se ríe de mis rivales,
porque he disfrutado de tu ayuda.
Nadie es santo como el Señor,
nadie es fuerte como nuestro Dios,
porque no hay otro como tú.
No pronunciéis discursos altaneros,
arrojad la arrogancia de vuestras bocas,
porque el Señor es un Dios sabio
y evalúa todas las acciones.

Read full chapter

Cántico de Ana

Y Ana oró y dijo:

Mi corazón se regocija en Jehová,

Mi poder se exalta en Jehová;

Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos,

Por cuanto me alegré en tu salvación.

No hay santo como Jehová;

Porque no hay ninguno fuera de ti,

Y no hay refugio como el Dios nuestro.

No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;

Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;

Porque el Dios de todo saber es Jehová,

Y a él toca el pesar las acciones.

Read full chapter