³ Entonces Samuel habló a toda la casa de Israel: «Si es que ustedes se vuelven al Señor con todo su corazón^(A), entonces quiten de entre ustedes los dioses extranjeros^(B) y a Astarot^(C), y dirijan su corazón al Señor^(D), y sírvanle solo a Él^(E); y Él los librará de la mano de los filisteos».

⁵ Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas^(A). ⁶ Salomón hizo lo malo a los ojos del Señor, y no siguió plenamente al Señor, como lo había seguido su padre David. ⁷ Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc^(B), ídolo abominable de los amonitas^(C). ⁸ Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.