Comportamiento de Pablo como ministro de Jesucristo

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita[a] a vosotros(A) no fue en vano(B), sino que después de haber sufrido y sido maltratados(C) en Filipos(D), como sabéis, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros(E) el evangelio de Dios(F) en medio de mucha oposición[b](G). Pues nuestra exhortación(H) no procede de error(I) ni de impureza(J) ni es con engaño(K); sino que así como hemos sido aprobados por Dios(L) para que se nos confiara el evangelio(M), así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios(N) que examina[c] nuestros corazones(O). Porque como sabéis, nunca fuimos[d] a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar(P), Dios es testigo(Q), ni buscando gloria de los hombres(R), ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad[e](S). Más bien demostramos ser[f] benignos[g](T) entre[h] vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos(U). Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros(V) no solo el evangelio de Dios(W), sino también nuestras propias vidas[i], pues llegasteis a sernos muy amados. Porque recordáis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas(X), cómo, trabajando de día y de noche(Y) para no ser carga(Z) a ninguno de vosotros, os proclamamos el evangelio de Dios(AA). 10 Vosotros sois testigos, y también Dios(AB), de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos[j] con vosotros(AC) los creyentes; 11 así como sabéis de qué manera os exhortábamos(AD), alentábamos e implorábamos[k] a cada uno de vosotros(AE), como un padre lo haría con sus propios hijos(AF), 12 para que anduvierais como es digno(AG) del Dios que os ha llamado[l] a su reino(AH) y a su gloria(AI).

Pablo da gracias por los tesalonicenses

13 Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios(AJ) de que cuando recibisteis la palabra de Dios(AK), que oísteis de nosotros la aceptasteis no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios(AL), la cual también hace su obra(AM) en vosotros los que creéis. 14 Pues vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores(AN) de las iglesias de Dios en Cristo Jesús(AO) que están en Judea(AP), porque también vosotros padecisteis los mismos sufrimientos a manos de vuestros propios compatriotas(AQ), tal como ellos padecieron a manos de los judíos(AR), 15 los cuales mataron tanto al Señor Jesús(AS) como a los profetas(AT), y a nosotros nos expulsaron[m], y no agradan a Dios sino que[n] son contrarios a todos los hombres, 16 impidiéndonos[o] hablar a los gentiles(AU) para que se salven(AV), con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecados(AW). Pero la ira(AX) ha venido sobre ellos hasta el extremo[p].

17 Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por breve tiempo[q], en persona[r] pero no en espíritu[s](AY), estábamos muy ansiosos, con profundo deseo de ver vuestro rostro(AZ). 18 Ya que queríamos ir a vosotros(BA) (al menos yo, Pablo, más de una vez[t](BB)) pero Satanás(BC) nos lo ha impedido(BD). 19 Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria(BE)? ¿No lo sois vosotros en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venida[u](BF)? 20 Pues vosotros sois nuestra gloria(BG) y nuestro gozo.

Footnotes

  1. 1 Tesalonicenses 2:1 Lit., entrada
  2. 1 Tesalonicenses 2:2 O, lucha, o, mucho conflicto
  3. 1 Tesalonicenses 2:4 O, aprueba
  4. 1 Tesalonicenses 2:5 Lit., nos presentamos
  5. 1 Tesalonicenses 2:6 O, ser carga
  6. 1 Tesalonicenses 2:7 Lit., nos hicimos
  7. 1 Tesalonicenses 2:7 Algunos mss. antiguos dicen: niños
  8. 1 Tesalonicenses 2:7 Lit., en medio de
  9. 1 Tesalonicenses 2:8 O, almas
  10. 1 Tesalonicenses 2:10 Lit., hicimos
  11. 1 Tesalonicenses 2:11 O, testificábamos
  12. 1 Tesalonicenses 2:12 O, llama
  13. 1 Tesalonicenses 2:15 O, nos persiguieron
  14. 1 Tesalonicenses 2:15 Lit., y
  15. 1 Tesalonicenses 2:16 O, tratando de impedirnos; lit., prohibiéndonos
  16. 1 Tesalonicenses 2:16 O, para siempre, o, del todo
  17. 1 Tesalonicenses 2:17 Lit., por espacio de una hora
  18. 1 Tesalonicenses 2:17 Lit., rostro
  19. 1 Tesalonicenses 2:17 Lit., corazón
  20. 1 Tesalonicenses 2:18 Lit., tanto una vez como dos
  21. 1 Tesalonicenses 2:19 O, presencia

Ministerio de Pablo en Tesalónica

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana; pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos,(A) como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.(B) Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.

Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. 10 Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; 11 así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, 12 y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.

13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 14 Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación(C) las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, 15 los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron;(D) y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 16 impidiéndonos hablar a los gentiles para que estos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.

Ausencia de Pablo de la iglesia

17 Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro; 18 por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó. 19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? 20 Vosotros sois nuestra gloria y gozo.

Ministerio de Pablo en Tesalónica

Hermanos, bien saben que nuestra visita a ustedes no fue un fracaso. Y saben también que, a pesar de las aflicciones e insultos que antes sufrimos en Filipos, cobramos confianza en nuestro Dios y nos atrevimos a comunicarles el evangelio en medio de una gran lucha. Nuestra exhortación no se origina en el error ni en malas intenciones; tampoco procura engañar a nadie. Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente, sino a Dios que examina nuestro corazón.[a] Como saben, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo. Tampoco hemos buscado honores de nadie, ni de ustedes ni de otros. Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza.[b] Como una madre[c] que amamanta y cuida a sus hijos, así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no solo el evangelio de Dios, sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos! Recordarán, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamarles el evangelio de Dios y cómo trabajamos día y noche para no serles una carga.

10 Ustedes son testigos, y también Dios, de que nos comportamos con ustedes los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable. 11 Saben también que, a cada uno de ustedes, lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos. 12 Los hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de Dios, que los llama a su reino y a su gloria.

13 Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír ustedes la palabra de Dios que predicamos, la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en ustedes los creyentes. 14 Ustedes, hermanos, siguieron el ejemplo de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, ya que sufrieron a manos de sus compatriotas lo mismo que sufrieron aquellas iglesias a manos de los judíos. 15 Estos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos expulsaron. No agradan a Dios y son hostiles a todos, 16 pues procuran impedir que prediquemos a los no judíos para que sean salvos. Así en todo lo que hacen llegan al colmo de su pecado. Pero el castigo de Dios vendrá sobre ellos con toda severidad.[d]

Pablo anhela ver a los tesalonicenses

17 Nosotros, hermanos, luego de estar separados de ustedes por algún tiempo en lo físico, pero no en lo espiritual, con ferviente anhelo hicimos todo lo humanamente posible por ir a verlos. 18 Sí, deseábamos visitarlos —yo mismo, Pablo, más de una vez intenté ir—, pero Satanás nos lo impidió. 19 En resumidas cuentas, ¿cuál es nuestra esperanza, alegría o corona delante de nuestro Señor Jesús para cuando él venga? ¿Quién más sino ustedes? 20 Sí, ustedes son nuestro orgullo y alegría.

Footnotes

  1. 2:4 corazón. En la Biblia se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  2. 2:7 exigentes … delicadeza. Var. exigentes, fuimos niños entre ustedes.
  3. 2:7 madre. Alt. nodriza.
  4. 2:16 Pero … severidad. Lit. Pero la ira vino sobre ellos hasta el fin.

Recuerdos

Ustedes mismos, hermanos, saben que nuestra visita a ustedes no fue en vano. Más bien, aunque, como ya saben, antes habíamos sido insultados y maltratados en Filipos, Dios nos ayudó a anunciarles a ustedes su evangelio, con todo valor y en medio de una fuerte lucha. Porque no estábamos equivocados en lo que predicábamos, ni tampoco hablábamos con malas intenciones ni con el propósito de engañar a nadie. Al contrario, Dios nos aprobó y nos encargó el evangelio, y así es como hablamos. No tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestros corazones. Como ustedes saben, nunca los hemos halagado con palabras bonitas, ni hemos usado pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de esto. Nunca hemos buscado honores de nadie: ni de ustedes ni de otros. Aunque muy bien hubiéramos podido hacerles sentir el peso de nuestra autoridad como apóstoles de Cristo, nos hicimos como niños entre ustedes. Como una madre que cría y cuida a sus propios hijos, así también les tenemos a ustedes tanto cariño que hubiéramos deseado darles, no sólo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quererlos! Hermanos, ustedes se acuerdan de cómo trabajábamos y luchábamos para ganarnos la vida. Trabajábamos día y noche, a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes mientras les anunciábamos el evangelio de Dios.

10 Ustedes son testigos, y Dios también, de que nos hemos portado de una manera santa, recta e irreprochable con ustedes los creyentes. 11-12 También saben que los hemos animado y consolado a cada uno de ustedes, como hace un padre con sus hijos. Les hemos encargado que se porten como deben hacerlo los que son de Dios, que los llama a tener parte en su propio reino y gloria.

13 Por esto, de nuestra parte, damos siempre gracias a Dios, pues cuando ustedes escucharon el mensaje de Dios que nosotros les predicamos, lo recibieron como mensaje de Dios y no como mensaje de hombres. Y en verdad es el mensaje de Dios, el cual produce sus resultados en ustedes los que creen. 14 Cuando ustedes, hermanos, sufrieron persecución a manos de sus paisanos, les pasó lo mismo que a las iglesias de Dios de los que pertenecen a Cristo Jesús en Judea, pues ellos también fueron perseguidos por sus paisanos los judíos. 15 Estos judíos mataron al Señor Jesús, como antes habían matado a los profetas, y nos echaron fuera a nosotros. No agradan a Dios, y están en contra de todos, 16 pues cuando queremos hablar a los que no son judíos, para que también se salven, no nos dejan hacerlo. De esta manera llenan siempre la medida de sus pecados. Pero para poner fin a eso, el terrible castigo de Dios ha venido sobre ellos.

Deseos de una nueva visita

17 Hermanos, cuando nos separamos de ustedes por algún tiempo, aunque no los veíamos, siempre los teníamos presentes en nuestro corazón y deseábamos mucho ir a verlos. 18 Intentamos ir; por lo menos yo, Pablo, quise hacerlo varias veces, pero Satanás nos lo impidió. 19 Pues, ¿quién es nuestra esperanza, nuestra alegría y nuestro motivo de orgullo delante de nuestro Señor Jesús, cuando él regrese? Si no lo son ustedes, ningún otro lo será. 20 Sí, ustedes son nuestra gloria y nuestra alegría.