Todos los que aún son esclavos deben reconocer que sus amos merecen todo respeto; así evitarán que se hable mal del nombre de Dios y de nuestra enseñanza. Los que tienen amos creyentes no deben faltarles al respeto por ser hermanos. Al contrario, deben servirles todavía mejor, porque los que se benefician de sus servicios son creyentes y hermanos queridos. Esto es lo que debes enseñar y recomendar.

El amor al dinero

Si alguien enseña falsas doctrinas, apartándose de la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y de la doctrina que se ciñe a la verdadera religión,[a] es un obstinado que nada entiende. Ese tal padece del afán enfermizo de provocar discusiones inútiles que generan envidias, discordias, insultos, sospechas malvadas y altercados entre personas de mente depravada, carentes de la verdad. Este es de los que piensan que la religión es un medio de obtener ganancias. Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero solo si uno está satisfecho con lo que tiene. Porque nada trajimos a este mundo y nada podemos llevarnos. Así que, si tenemos comida y ropa, contentémonos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. 10 Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.

Encargo de Pablo a Timoteo

11 Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso y esmérate en seguir la justicia, la devoción, la fe, el amor, la constancia y la humildad. 12 Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos. 13 Teniendo a Dios por testigo, el cual da vida a todas las cosas, y a Cristo Jesús, que dio su admirable testimonio delante de Poncio Pilato, te encargo 14 que guardes este mandato sin mancha ni reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual Dios a su debido tiempo hará que se cumpla.

Al único y bendito Soberano,
    Rey de reyes y Señor de señores,
16 al único inmortal,
    que vive en luz inaccesible,
    a quien nadie ha visto ni puede ver,
a él sea el honor y el poder eternamente. Amén.

17 A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios. Él nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. 18 Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y dispuestos a compartir lo que tienen. 19 De este modo, atesorarán para sí un seguro fundamento para el futuro y obtendrán la vida verdadera.

20 Timoteo, ¡cuida bien lo que se te ha confiado! Evita las discusiones profanas e inútiles y los argumentos de la falsa ciencia. 21 Algunos, por abrazarla, se han desviado de la fe.

Que la gracia sea con ustedes.

Footnotes

  1. 6:3 la verdadera religión. Lit. la devoción; también en vv. 5 y 6.

Todos los que están sujetos a esclavitud, consideren a sus amos dignos de todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios ni la doctrina. Y los que tienen amos creyentes, no deben considerarlos menos por ser hermanos. Al contrario, deben servirles mejor, ya que los que se benefician de su buen servicio son creyentes y amados. Esto debes enseñar y exhortar.

Piedad y contentamiento

Si alguno enseña otra cosa, y no se aviene a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que corresponde a la piedad, está envanecido, no sabe nada, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen los envidias, los pleitos, las blasfemias, las malas sospechas y las disputas necias de hombres de entendimiento corrupto y privados de la verdad, que hacen de la piedad una fuente de ganancia. De gente así, apártate. Pero la piedad es una gran ganancia, cuando va acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, si tenemos sustento y abrigo, contentémonos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la trampa de la tentación, y en muchas codicias necias y nocivas, que hunden a los hombres en la destrucción y la perdición; 10 porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores.

La buena batalla de la fe

11 Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre. 12 Presenta la buena batalla de la fe, aférrate a la vida eterna, a la cual también fuiste llamado cuando hiciste la buena profesión delante de muchos testigos. 13 Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,(A) te mando 14 que mantengas el mandamiento inmaculado e irreprensible hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual a su debido tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el único que es inmortal y que habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

17 A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Mándales que hagan el bien, y que sean ricos en buenas obras, dadivosos y generosos; 19 que atesoren para sí mismos un buen fundamento para el futuro, que se aferren a la vida eterna.

Encargo final de Pablo a Timoteo

20 Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado. Evita las pláticas profanas acerca de cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual algunos profesaron y se desviaron de la fe. Que la gracia sea contigo. Amén.

Cómo servir a los superiores

Todos los que están bajo yugo como esclavos(A), consideren a sus propios amos como dignos de todo honor, para que el nombre de Dios y nuestra doctrina no sean blasfemados(B). Y los que tienen amos que son creyentes, no les falten el respeto, porque son hermanos(C), sino sírvanles aún mejor, ya que son creyentes y amados los que se benefician de su servicio. Enseña(D) y predica[a] estos principios.

Las doctrinas falsas y el amor al dinero

Si alguno enseña una doctrina diferente(E) y no se conforma a[b] las sanas palabras(F), las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad(G), está envanecido(H) y nada entiende, sino que tiene un interés morboso[c] en discusiones(I) y contiendas de palabras(J), de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, y constantes rencillas entre hombres de mente depravada(K), que están privados de la verdad, que suponen que la piedad[d] es un medio de ganancia[e](L). Pero la piedad(M), en efecto, es un medio de gran ganancia(N) cuando va acompañada de contentamiento(O). Porque nada hemos traído al mundo(P), así que[f] nada podemos sacar de él. Y si tenemos qué comer(Q) y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. Pero los que quieren enriquecerse(R) caen en tentación y lazo(S) y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición[g]. 10 Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero(T), por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe(U) y se torturaron[h] con muchos dolores.

Exhortación y doxología

11 Pero tú, oh hombre de Dios(V), huye de estas cosas(W), y sigue la justicia, la piedad, la fe(X), el amor(Y), la perseverancia y la amabilidad. 12 Pelea la buena batalla(Z) de la fe(AA); echa mano de la vida eterna(AB) a la cual fuiste llamado(AC), y de la que hiciste buena profesión(AD) en presencia de muchos testigos(AE). 13 Te mando delante de Dios(AF), que da vida[i] a todas las cosas, y de Cristo Jesús(AG), que dio testimonio de la buena profesión(AH) delante de Poncio Pilato(AI), 14 que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo(AJ), 15 la cual manifestará a su debido tiempo(AK) el bienaventurado(AL) y único Soberano(AM), el Rey de reyes[j](AN) y Señor de señores[k](AO); 16 el único que tiene inmortalidad(AP) y habita en luz inaccesible(AQ); a quien ningún hombre ha visto ni puede ver(AR). A Él sea la honra y el dominio eterno(AS). Amén.

Instrucciones para los ricos

17 A los ricos en este mundo[l](AT), enséñales que no sean altaneros(AU) ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas(AV), sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos(AW). 18 Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras(AX), generosos(AY) y prontos a compartir, 19 acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro(AZ), para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida(BA).

Exhortación final y bendición

20 Oh Timoteo(BB), guarda lo[m] que se te ha encomendado(BC), y evita las palabrerías vacías y profanas(BD), y las objeciones[n] de lo que falsamente se llama ciencia[o], 21 la cual profesándola algunos, se han desviado(BE) de[p] la fe(BF).

La gracia sea con vosotros[q](BG).

Footnotes

  1. 1 Timoteo 6:2 Lit., exhorta o insiste en
  2. 1 Timoteo 6:3 O, viene con; lit., viene a
  3. 1 Timoteo 6:4 Lit., está enfermo
  4. 1 Timoteo 6:5 O, religión
  5. 1 Timoteo 6:5 Algunos mss. posteriores agregan: apártate de los tales
  6. 1 Timoteo 6:7 Algunos mss. posteriores dicen: y es claro que
  7. 1 Timoteo 6:9 O, destrucción
  8. 1 Timoteo 6:10 Lit., se traspasaron
  9. 1 Timoteo 6:13 O, conserva la vida
  10. 1 Timoteo 6:15 Lit., de los que reinan
  11. 1 Timoteo 6:15 Lit., de los que se enseñorean
  12. 1 Timoteo 6:17 O, siglo
  13. 1 Timoteo 6:20 O, el depósito
  14. 1 Timoteo 6:20 O, contradicciones, o, los argumentos
  15. 1 Timoteo 6:20 O, erudición, o, sabiduría
  16. 1 Timoteo 6:21 Lit., acerca de
  17. 1 Timoteo 6:21 Algunos mss. dicen: contigo