Add parallel Print Page Options

Somos hijos de Dios

Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios. Mis estimados hermanos, ahora somos hijos de Dios pero todavía no sabemos lo que seremos en el futuro. Lo que sí sabemos, es que cuando Cristo regrese seremos como él, pues lo veremos tal y como él es. Y todo el que tenga esta esperanza puesta en él, se purifica a sí mismo, así como Cristo es puro.

Todo el que peca viola la ley de Dios porque pecar es vivir en contra de la ley de Dios. Ustedes saben que Jesucristo vino para quitar nuestros pecados, y en él no hay ningún pecado. Todo el que permanece en él no sigue pecando. Todo el que sigue pecando, nunca lo ha visto y ni siquiera lo ha conocido.

Hijitos, no dejen que nadie los engañe. El que practica el bien es justo, así como Jesucristo es justo. El que sigue pecando es del diablo, pues el diablo siempre ha pecado, por eso el Hijo de Dios vino para destruir las obras que hace el diablo. Ninguno que sea hijo de Dios continúa en el pecado, pues tiene la nueva vida[a] que Dios le dio y por esto no puede seguir pecando. 10 Hay una forma de saber quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo: el que no pone en práctica la justicia y no ama a su hermano, no es de Dios.

Read full chapter

Footnotes

  1. 3:9 nueva vida Textualmente su semilla.