Add parallel Print Page Options

Apacienten el rebaño de Dios que está a su cargo, cuidándolo no por la fuerza sino de buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas sino de corazón; no como teniendo señorío sobre los que están a su cargo sino como ejemplos para el rebaño. Y al aparecer el Príncipe de los pastores recibirán la inmarchitable corona de gloria.

Read full chapter