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Jeroboán le dijo a su esposa: «Vete a Siló para ver al profeta Ahías, el hombre que me informó que yo iba a ser el rey de Israel. Vístete de tal forma que la gente no sepa que eres mi esposa. Al profeta, dale diez panes, algunas tortas y un frasco de miel. Pregúntale entonces lo que va a pasar con nuestro hijo. El profeta Ahías te lo dirá».

Así que la esposa del rey hizo lo que le pidió. Fue a la casa del profeta Ahías que estaba en Siló. Ahías ya estaba viejo y ciego,

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