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Distribución y deberes de los levitas

23 Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.(A)

Y juntando a todos los principales de Israel, y a los sacerdotes y levitas, fueron contados los levitas de treinta años arriba; y fue el número de ellos por sus cabezas, contados uno por uno, treinta y ocho mil. De estos, veinticuatro mil para dirigir la obra de la casa de Jehová, y seis mil para gobernadores y jueces. Además, cuatro mil porteros, y cuatro mil para alabar a Jehová, dijo David, con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas. Y los repartió David en grupos conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.

Los hijos de Gersón: Laadán y Simei. Los hijos de Laadán, tres: Jehiel el primero, después Zetam y Joel. Los hijos de Simei, tres: Selomit, Haziel y Harán. Estos fueron los jefes de las familias de Laadán. 10 Y los hijos de Simei: Jahat, Zina, Jeús y Bería. Estos cuatro fueron los hijos de Simei. 11 Jahat era el primero, y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual fueron contados como una familia.

12 Los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel, ellos cuatro. 13 Los hijos de Amram: Aarón y Moisés. Y Aarón fue apartado para ser dedicado a las cosas más santas, él y sus hijos para siempre, para que quemasen incienso delante de Jehová, y le ministrasen y bendijesen en su nombre, para siempre.(B) 14 Y los hijos de Moisés varón de Dios fueron contados en la tribu de Leví. 15 Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer. 16 Hijo de Gersón fue Sebuel el jefe. 17 E hijo de Eliezer fue Rehabías el jefe. Y Eliezer no tuvo otros hijos; mas los hijos de Rehabías fueron muchos. 18 Hijo de Izhar fue Selomit el jefe. 19 Los hijos de Hebrón: Jerías el jefe, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, y Jecamán el cuarto. 20 Los hijos de Uziel: Micaía el jefe, e Isías el segundo.

21 Los hijos de Merari: Mahli y Musi. Los hijos de Mahli: Eleazar y Cis. 22 Y murió Eleazar sin hijos; pero tuvo hijas, y los hijos de Cis, sus parientes, las tomaron por mujeres. 23 Los hijos de Musi: Mahli, Edar y Jeremot, ellos tres.

24 Estos son los hijos de Leví en las familias de sus padres, jefes de familias según el censo de ellos, contados por sus nombres, por sus cabezas, de veinte años arriba, los cuales trabajaban en el ministerio de la casa de Jehová. 25 Porque David dijo: Jehová Dios de Israel ha dado paz a su pueblo Israel, y él habitará en Jerusalén para siempre. 26 Y también los levitas no tendrán que llevar más el tabernáculo y todos los utensilios para su ministerio.(C) 27 Así que, conforme a las postreras palabras de David, se hizo la cuenta de los hijos de Leví de veinte años arriba. 28 Y estaban bajo las órdenes de los hijos de Aarón para ministrar en la casa de Jehová, en los atrios, en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la demás obra del ministerio de la casa de Dios. 29 Asimismo para los panes de la proposición, para la flor de harina para el sacrificio, para las hojuelas sin levadura, para lo preparado en sartén, para lo tostado, y para toda medida y cuenta; 30 y para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová, y asimismo por la tarde; 31 y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los días de reposo,[a] lunas nuevas y fiestas solemnes, según su número y de acuerdo con su rito, continuamente delante de Jehová; 32 y para que tuviesen la guarda del tabernáculo de reunión, y la guarda del santuario, bajo las órdenes de los hijos de Aarón sus hermanos, en el ministerio de la casa de Jehová.(D)

Notas al pie

  1. 1 Crónicas 23:31 Aquí equivale a sábado.

Los levitas

23 David era muy anciano cuando declaró a su hijo Salomón rey de Israel.

Reunió a todos los líderes de Israel junto a los sacerdotes y levitas. Entonces contaron a los levitas que tenían más de treinta años; resultó que eran en total treinta y ocho mil hombres. David dijo: «De los levitas, veinticuatro mil estarán a cargo del trabajo del templo del Señor, seis mil serán oficiales y jueces, cuatro mil serán porteros y los otros cuatro mil se encargarán de alabar al Señor con los instrumentos musicales que he ordenado hacer[a] para ese propósito».

David dividió a los levitas en grupos de acuerdo con el número de los hijos de Leví, que fueron Guersón, Coat y Merari.

Los guersonitas

De los guersonitas:

Ladán y Simí.

Los hijos de Ladán fueron tres:

Jehiel, el mayor, Zetán y Joel.

Simí también tuvo tres hijos:

Selomit, Jaziel y Harán.

Estos fueron los jefes de las familias patriarcales de Ladán.

10 Los hijos de Simí fueron cuatro:

Yajat, Ziza,[b] Jeús y Beriá.

Estos fueron los hijos de Simí.

11 Yajat era el mayor y Ziza, el segundo. Como Jeús y Beriá no tuvieron muchos hijos, se les contó como una sola familia y se les dio un mismo cargo.

Los coatitas

12 Los hijos de Coat fueron cuatro:

Amirán, Izar, Hebrón y Uziel.

13 Los hijos de Amirán fueron:

Aarón y Moisés.

Aarón y sus descendientes fueron los escogidos para presentar las ofrendas sagradas, quemar el incienso, servir al Señor y pronunciar la bendición en su nombre para siempre. 14 A Moisés, hombre de Dios, y a sus hijos se les incluyó en la tribu de Leví.

15 Los hijos de Moisés fueron:

Guersón y Eliezer.

16 Sebuel fue el primero

de los descendientes de Guersón.

17 Eliezer solo tuvo un hijo,

que fue Rejabías,

pero este sí tuvo muchos hijos.

18 El primer hijo de Izar fue

Selomit.

19 El primer hijo de Hebrón fue

Jerías; el segundo, Amarías;

el tercero, Jahaziel, y el cuarto, Jecamán.

20 El primer hijo de Uziel fue

Micaías, y el segundo, Isías.

Los meraritas

21 Los hijos de Merari fueron:

Majlí y Musí.

Los hijos de Majlí fueron:

Eleazar y Quis.

22 Eleazar murió sin tener hijos; solamente tuvo hijas. Estas se casaron con sus primos, los hijos de Quis.

23 Musí tuvo tres hijos:

Majlí, Éder y Jeremot.

24 Estos fueron los descendientes de Leví por sus familias patriarcales. El censo los registró por nombre como jefes de sus familias patriarcales. Estos prestaban servicio en el Templo del Señor y eran mayores de veinte años. 25 David dijo: «Desde que el Señor, Dios de Israel, estableció a su pueblo y estableció su residencia para siempre en Jerusalén, 26 los levitas ya no tienen que cargar el santuario ni los utensilios que se usan en el culto». 27 De acuerdo con las últimas disposiciones de David, fueron censados los levitas mayores de veinte años.

28 Su función consistía en ayudar a los descendientes de Aarón en el servicio del Templo del Señor. Eran los responsables de los atrios, de los cuartos y de la purificación de todas las cosas santas; en fin, de todo lo relacionado con el servicio del Templo de Dios. 29 También estaban encargados del pan consagrado, de la harina refinada para las ofrendas de cereales, de las hojuelas sin levadura, de las ofrendas fritas en sartén o cocidas y de todas las medidas de capacidad y de longitud. 30 Cada mañana y cada tarde debían estar presentes para agradecer y alabar al Señor. 31 Así mismo, debían ofrecer todos los holocaustos que se presentaban al Señor los sábados, los días de luna nueva y durante las otras fiestas. Así que siempre servían al Señor, según el número y la función que se les asignaba.

32 De modo que tenían a su cargo el cuidado de la Tienda de reunión y del Lugar Santo. El servicio que realizaban en el Templo del Señor quedaba bajo las órdenes de sus hermanos, los descendientes de Aarón.

Notas al pie

  1. 23:5 que he ordenado hacer. Lit. que yo hice.
  2. 23:10 Ziza (un ms. hebreo, LXX y Vulgata; véase v. 11); Ziná (TM).

Los levitas y sus obligaciones

23 Siendo ya David un anciano de edad muy avanzada, nombró a su hijo Salomón como rey de Israel, y reunió a todos los jefes de Israel, y a los sacerdotes y levitas. Contaron entonces a los levitas de treinta años de edad para arriba, y al hacer la cuenta resultó que su número era de treinta y ocho mil varones. De éstos, se destinaron veinticuatro mil para dirigir la obra del templo, seis mil para ser oficiales y jueces, cuatro mil para ser porteros, y otros cuatro mil para encargarse de alabar al Señor con los instrumentos musicales que David había mandado hacer con ese propósito. David los repartió en grupos, según los hijos que había tenido Leví: Guersón, Quehat y Merarí.

Los hijos de Guersón: Ladán y Simí. Los hijos de Ladán fueron tres: Jehiel, el mayor, Zetam y Joel. Los hijos de Simí también fueron tres: Selomit, Haziel y Harán. Éstos fueron los jefes de familia de los descendientes de Ladán. 10 Los hijos de Simí fueron cuatro: Jáhat, Zizá, Jeús y Beriá. 11 El mayor era Jáhat, y el segundo Zizá; pero como Jeús y Beriá no tuvieron muchos hijos, para efectos del servicio los contaron como una sola familia.

12 Los hijos de Quehat fueron cuatro: Amram, Ishar, Hebrón y Uziel. 13 Los hijos de Amram fueron Aarón y Moisés. Aarón fue escogido por Dios para dedicar las ofrendas más sagradas, para quemar incienso ante el Señor, servirle y pronunciar siempre la bendición, cargo que deberían desempeñar Aarón y sus hijos para siempre. 14 A Moisés, el hombre de Dios, y a sus descendientes también se les incluyó en la tribu de Leví.

15 Los hijos de Moisés fueron Guersón y Eliézer. 16 De los hijos de Guersón, primero fue Sebuel. 17 El primer hijo de Eliézer fue Rehabías, y ya no tuvo más hijos; pero Rehabías sí tuvo muchos. 18 El primer hijo de Ishar fue Selomit. 19 Los hijos de Hebrón fueron: Jeraías, el primero; Amarías, el segundo; Jahaziel, el tercero; y Jecamán, el cuarto. 20 Los hijos de Uziel fueron: Micaías, el primero, e Isías, el segundo.

21 Los hijos de Merarí fueron Mahli y Musí. Los hijos de Mahli fueron Eleazar y Quis. 22 Eleazar murió sin haber tenido hijos varones: sólo tuvo hijas, que se casaron con sus primos, los hijos de Quis. 23 Los hijos de Musí fueron tres: Mahli, Éder y Jeremot.

24 Éstos fueron los descendientes de Leví, según sus familias, que estaban inscritos por nombre en el censo como jefes de familia, de veinte años para arriba, los cuales estaban ocupados en los oficios del templo.

25 David había dicho: «El Señor, el Dios de Israel, ha concedido tranquilidad a su pueblo y ha fijado para siempre su propia residencia en Jerusalén. 26 Por eso los levitas ya no tendrán que estar transportando la tienda del Señor ni los objetos que se usan en el culto.»

27 Así pues, conforme a las últimas disposiciones de David, se hizo el censo de los descendientes de Leví de veinte años para arriba, 28 y quedaron a las órdenes de los sacerdotes, descendientes de Aarón, para los oficios del templo, como responsables de los atrios, de los cuartos y de la purificación de los objetos sagrados, así como de los demás oficios del templo. 29 Estaban encargados del pan consagrado que se ponía en hileras, de la harina para la ofrenda de cereales, de las hojuelas de pan sin levadura, de las ofrendas cocinadas en sartén, y de la masa y de todos los pesos y medidas. 30 Además tenían que estar presentes en el templo diariamente por la mañana y por la tarde para dar gracias y alabar al Señor, 31 y cuando se ofrecían todos los holocaustos al Señor los sábados, en las fiestas de la luna nueva y en las fiestas especiales, siempre sirviendo al Señor según el número prescrito para ellos. 32 Tenían también a su cargo el cuidado de la tienda del encuentro con Dios y del santuario, sirviendo en el templo con sus hermanos de tribu, los descendientes de Aarón.

La futura gloria de Sion

60 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.

Alza tus ojos alrededor y mira, todos estos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.

¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.

10 Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 11 Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones,(A) y conducidos a ti sus reyes. 12 Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. 13 La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. 14 Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían,(B) y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel.

15 En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. 16 Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.

17 En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. 18 Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.

19 El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.(C) 20 No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. 21 Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. 22 El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.

Buenas nuevas de salvación para Sion

61 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,(D) a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,(E) y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;(F) a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.

Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo.

Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová.

10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.(G) 11 Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.

La gloria de Sión

60 «¡Levántate y resplandece que tu luz ha llegado!
    ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!
Mira, las tinieblas cubren la tierra
    y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos.
Pero la aurora del Señor brillará sobre ti;
    ¡sobre ti se manifestará su gloria!
Las naciones serán guiadas por tu luz,
    y los reyes, por tu amanecer esplendoroso.

»Alza los ojos, mira a tu alrededor:
    todos se reúnen y acuden a ti.
Tus hijos llegan desde lejos;
    a tus hijas las traen en brazos.
Verás esto y te pondrás radiante de alegría;
    vibrará tu corazón y se henchirá de gozo;
porque te traerán los tesoros del mar,
    y te llegarán las riquezas de las naciones.
Te llenarás con caravanas de camellos,
    con dromedarios de Madián y de Efá.
Vendrán todos los de Sabá,
    cargando oro e incienso
    y proclamando las alabanzas del Señor.
En ti se reunirán todos los rebaños de Cedar,
    te servirán los carneros de Nebayot;
subirán como ofrendas agradables sobre mi altar,
    y yo embelleceré mi Templo glorioso.

»¿Quiénes son los que pasan como nubes
    y como palomas rumbo a su palomar?
En mí esperarán las costas lejanas,
    a la cabeza vendrán los barcos de Tarsis
trayendo de lejos a tus hijos
    y, con ellos, su plata y su oro,
para la honra del Señor tu Dios,
    el Santo de Israel,
    porque él te ha llenado de gloria.

10 »Los extranjeros reconstruirán tus muros,
    y sus reyes te servirán.
Aunque en mi furor te castigué,
    por mi bondad tendré compasión de ti.
11 Tus puertas estarán siempre abiertas;
    ni de día ni de noche se cerrarán.
Te traerán las riquezas de las naciones;
    ante ti desfilarán sus reyes.
12 La nación o el reino que no te sirva perecerá;
    quedarán arruinados por completo.

13 »Te llegará la gloria del Líbano,
    con los cipreses, junto a los pinos y los abetos,
para embellecer el lugar de mi santuario.
    Glorificaré el lugar donde reposan mis pies.
14 Ante ti vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores;
    todos los que te desprecian se postrarán a tus pies,
y te llamarán “Ciudad del Señor”,
    “Sión del Santo de Israel”.

15 »Aunque fuiste abandonada y aborrecida,
    y nadie transitaba por tus calles,
haré de ti el orgullo eterno
    y la alegría de todas las generaciones.
16 Te alimentarás con la leche de las naciones,
    con la riqueza de los reyes serás amamantada.
Sabrás entonces que yo, el Señor, soy tu Salvador;
    que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu Redentor.
17 En vez de bronce te traeré oro;
    en lugar de hierro, plata.
En vez de madera te traeré bronce,
    y en lugar de piedras, hierro.
Haré que la paz te gobierne
    y que la justicia te rija.
18 Ya no se sabrá de violencia en tu tierra
    ni de ruina y destrucción en tus fronteras,
sino que llamarás a tus muros “Salvación”,
    y a tus puertas, “Alabanza”.
19 Ya no será el sol tu luz durante el día
    ni con su resplandor te alumbrará la luna,
porque el Señor será tu luz eterna;
    tu Dios será tu gloria.
20 Tu sol no volverá a ponerse
    ni menguará tu luna;
será el Señor tu luz eterna
    y llegarán a su fin tus días de duelo.
21 Entonces todo tu pueblo será justo
    y poseerá la tierra para siempre.
Serán el renuevo plantado por mí mismo,
    la obra maestra que me glorificará.
22 El más débil se multiplicará por miles,
    y el menor llegará a ser una nación poderosa.
Yo soy el Señor;
    cuando llegue el momento, actuaré sin demora».

El año del favor del Señor

61 El Espíritu del Señor y Dios está sobre mí,
    por cuanto me ha ungido
    para anunciar buenas noticias a los pobres.
Me ha enviado a sanar los corazones heridos,
    a proclamar libertad a los cautivos
    y la liberación de los prisioneros,
a pregonar el año del favor del Señor
    y el día de la venganza de nuestro Dios,
a consolar a todos los que están de duelo
    y a confortar a los dolientes de Sión.
Me ha enviado a darles una corona
    en vez de cenizas,
aceite de alegría
    en vez de luto,
traje de alabanza
    en vez de espíritu de desaliento.
Serán llamados robles de justicia,
    plantío del Señor,
    para mostrar su gloria.

Reconstruirán las ruinas antiguas
    y restaurarán los escombros de antaño;
repararán las ciudades en ruinas
    y los escombros de muchas generaciones.
Gente extraña pastoreará los rebaños de ustedes,
    sus campos y viñedos serán labrados por un pueblo extranjero.
Pero a ustedes los llamarán «sacerdotes del Señor»;
    les dirán «ministros de nuestro Dios».
Se alimentarán de las riquezas de las naciones,
    y se jactarán de los tesoros de ellas.

En vez de su vergüenza,
    mi pueblo recibirá doble porción;
en vez de deshonra,
    se regocijará en su herencia;
y así en su tierra recibirá doble herencia
    y su alegría será eterna.

«Yo, el Señor, amo la justicia,
    pero odio el robo y la iniquidad.
En mi fidelidad los recompensaré
    y haré con ellos un pacto eterno.
Sus descendientes serán conocidos entre las naciones,
    y sus vástagos, entre los pueblos.
Quienes los vean reconocerán
    que ellos son descendencia bendecida del Señor».

10 Me deleito mucho en el Señor;
    me regocijo en mi Dios.
Porque él me vistió con ropas de salvación
    y me cubrió con el manto de la justicia.
Soy semejante a un novio que luce su diadema
    o una novia adornada con sus joyas.
11 Porque, así como la tierra hace que broten los retoños
    y el huerto hace que germinen las semillas,
así el Señor y Dios hará que broten
    la justicia y la alabanza ante todas las naciones.

La gloria de la nueva Jerusalén

60 Levántate, Jerusalén, envuelta en resplandor,
porque ha llegado tu luz
y la gloria del Señor brilla sobre ti.
La oscuridad cubre la tierra,
la noche envuelve a las naciones,
pero el Señor brillará sobre ti
y sobre ti aparecerá su gloria.
Las naciones vendrán hacia tu luz,
los reyes vendrán hacia el resplandor de tu amanecer.
Levanta los ojos, y mira a tu alrededor:
todos se reúnen y vienen hacia ti.
Tus hijos vendrán desde lejos;
tus hijas serán traídas en brazos.
Tú, al verlos, estarás radiante de alegría,
tu corazón se llenará de gozo;
te traerán los tesoros de los países del mar,
te entregarán las riquezas de las naciones.
Te verás cubierta de caravanas de camellos
que vienen de Madián y de Efá;
vendrán todos los de Sabá,
cargados de oro y de incienso,
y proclamarán las acciones gloriosas del Señor.
Todos los rebaños de Quedar serán para ti;
los carneros de Nebaiot estarán a tu servicio,
para que los ofrezcas al Señor en su altar
como ofrendas agradables,
y él hará aún más bello su hermoso templo.

¿Quiénes son esos que vuelan como nubes,
que van como palomas a sus palomares?
Son barcos que vienen juntos,
con las naves de Tarsis a la cabeza,
trayendo de lejos a tus hijos,
con su oro y su plata,
en honor de tu Señor, el Dios Santo de Israel,
quien te hizo gloriosa.
10 Gente extranjera reconstruirá tus murallas,
y sus reyes te servirán;
pues aunque en su ira el Señor te castigó,
ahora en su bondad te ha tenido compasión.
11 Tus puertas estarán siempre abiertas;
no se cerrarán de día ni de noche,
para que puedan traerte las riquezas de las naciones
y entren los reyes con su comitiva.
12 El país que no te sirva, perecerá;
naciones enteras serán destruidas.

13 El Señor dice a Jerusalén:
«Las riquezas del Líbano vendrán a ti:
pinos, abetos y cipreses,
para embellecer mi templo,
para dar gloria al lugar donde pongo mis pies.
14 Los hijos de los que te oprimieron
vendrán a humillarse delante de ti,
y todos los que te despreciaban
se arrodillarán a tus pies
y te llamarán “Ciudad del Señor”,
“Sión del Dios Santo de Israel”.
15 Ya no estarás abandonada,
odiada y sola,
sino que yo te haré gloriosa eternamente,
motivo de alegría para siempre.
16 Las naciones te darán sus mejores alimentos
y los reyes te traerán sus riquezas;
y reconocerás que yo, el Señor, soy tu salvador,
que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu redentor.

17 »En vez de bronce te daré oro,
en vez de hierro, plata,
en vez de madera, bronce,
y en vez de piedras, hierro.
Haré que la paz te gobierne
y que la rectitud te dirija.
18 En tu tierra no se volverá a oír
el ruido de la violencia,
ni volverá a haber destrucción y ruina en tu territorio,
sino que llamarás a tus murallas “Salvación”
y a tus puertas “Alabanza”.

19 »Ya no necesitarás que el sol te alumbre de día,
ni que la luna te alumbre de noche,
porque yo, el Señor, seré tu luz eterna;
yo, tu Dios, seré tu esplendor.
20 Tu sol no se ocultará jamás
ni tu luna perderá su luz,
porque yo, el Señor, seré tu luz eterna;
tus días de luto se acabarán.

21 »Todos los de tu pueblo serán gente honrada,
serán dueños de su país por siempre,
retoños de una planta que yo mismo he plantado,
obra que he hecho con mis manos
para mostrar mi gloria.
22 Este puñado tan pequeño se multiplicará por mil;
este pequeño número será una gran nación.
Yo soy el Señor,
yo haré que se realice pronto,
a su debido tiempo.»

Anuncio de salvación a Israel

61 El espíritu del Señor está sobre mí,
porque el Señor me ha consagrado;
me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres,
a aliviar a los afligidos,
a anunciar libertad a los presos,
libertad a los que están en la cárcel;
a anunciar el año favorable del Señor,
el día en que nuestro Dios
nos vengará de nuestros enemigos.
Me ha enviado a consolar a todos los tristes,
a dar a los afligidos de Sión
una corona en vez de ceniza,
perfume de alegría en vez de llanto,
cantos de alabanza en vez de desesperación.
Los llamarán «robles victoriosos»,
plantados por el Señor para mostrar su gloria.

Se reconstruirán las viejas ruinas,
se levantarán los edificios destruidos hace mucho,
y se repararán las ciudades en ruinas.
Los extranjeros se pondrán a cuidar
los rebaños, los campos y los viñedos de ustedes.
Y a ustedes los llamarán sacerdotes del Señor,
siervos de nuestro Dios.
Disfrutarán de la riqueza de otras naciones
y se adornarán con el esplendor de ellas.
Y como mi pueblo ha tenido que sufrir
doble porción de deshonra e insultos,
por eso recibirá en su país
doble porción de riquezas
y gozará de eterna alegría.

Porque el Señor ama la justicia,
y odia el robo y el crimen.
Él les dará fielmente su recompensa
y hará con ellos una alianza eterna.
Sus descendientes serán famosos entre las naciones;
todos los que los vean reconocerán
que son un pueblo que el Señor ha bendecido.

10 ¡Cómo me alegro en el Señor!
Me lleno de gozo en mi Dios,
porque me ha brindado su salvación,
¡me ha cubierto de victoria!
Soy como un novio que se pone su corona
o una novia que se adorna con sus joyas.
11 Porque así como nacen las plantas de la tierra
y brotan los retoños en un jardín,
así hará el Señor que brote su victoria
y que todas las naciones entonen cantos de alabanza.