Tesoros en vasijas de barro

Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos desanimamos. Más bien, hemos renunciado a todo lo vergonzoso que se hace a escondidas; no actuamos con engaño ni torcemos la palabra de Dios. Al contrario, mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana en la presencia de Dios.

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Por lo tanto, puesto que por la misericordia de Dios hemos recibido este ministerio, no nos desanimamos; por el contrario, renunciamos a lo oculto y vergonzoso, y no andamos con engaños, ni falseamos la palabra de Dios, sino que por medio de la manifestación de la verdad nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios.

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Ministros de Cristo

Por tanto, puesto que tenemos este ministerio(A), según hemos recibido misericordia(B), no desfallecemos(C); sino que hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso[a](D), no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios(E), sino que, mediante la manifestación de la verdad, nos recomendamos(F) a la conciencia de todo hombre en la presencia de Dios.

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Footnotes

  1. 2 Corintios 4:2 Lit., de la vergüenza

Pero si nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que se pierden. El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

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Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, lo está entre los que se pierden; pues como ellos no creen, el dios de este siglo les ha cegado el entendimiento para que no resplandezca en ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

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Y si todavía nuestro evangelio(A) está velado(B), para[a] los que se pierden(C) está velado, en los cuales el dios de este mundo(D) ha cegado el entendimiento[b](E) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo(F), que es la imagen de Dios[c](G).

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Footnotes

  1. 2 Corintios 4:3 Lit., en
  2. 2 Corintios 4:4 Lit., la mente
  3. 2 Corintios 4:4 O, para que la luz...que es la imagen de Dios, no les amanezca