Y si el ministerio de muerte(A) grabado con letras en piedras(B) fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés por causa de la gloria de su rostro, que se desvanecía(C), ¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación(D) tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia(E). 10 Pues en verdad, lo que tenía gloria, en este caso no tiene gloria por razón de la gloria que lo sobrepasa. 11 Porque si lo que se desvanece fue con[a] gloria, mucho más es con[b] gloria lo que permanece.

Transformados de gloria en gloria

12 Teniendo, por tanto, tal esperanza(F), hablamos con[c] mucha franqueza(G), 13 y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse(H).

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Footnotes

  1. 2 Corintios 3:11 Lit., por medio de
  2. 2 Corintios 3:11 O, en
  3. 2 Corintios 3:12 Lit., usamos

Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro,(A) la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. 10 Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. 11 Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.

12 Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; 13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro,(B) para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.

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Contraste entre el monte Sinaí y el monte Sión

18 Porque no os habéis acercado(A) a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino(B), 19 ni a sonido de trompeta(C), ni a ruido de palabras(D) tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más(E); 20 porque no podían soportar el mandato: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada[a](F). 21 Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando(G). 22 Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión(H) y a la ciudad(I) del Dios vivo(J), la Jerusalén celestial(K), y a miríadas de ángeles(L), 23 a la asamblea general[b] e iglesia de los primogénitos(M) que están inscritos en los cielos(N), y a Dios, el Juez de todos(O), y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos(P), 24 y a Jesús, el mediador del nuevo pacto(Q), y a la sangre rociada(R) que habla mejor que la sangre de Abel(S). 25 Mirad que no rechacéis(T) al que habla(U). Porque si aquellos no escaparon[c](V) cuando rechazaron(W) al que les amonestó[d] sobre la tierra(X), mucho menos[e] escaparemos nosotros si nos apartamos de aquel que nos amonesta[f] desde el cielo(Y). 26 Su voz hizo temblar entonces la tierra(Z), pero ahora Él ha prometido, diciendo: Aún una vez más, yo haré temblar no solo la tierra, sino también el cielo(AA). 27 Y esta expresión: Aún, una vez más, indica la remoción de las cosas movibles(AB), como las cosas creadas, a fin de que permanezcan las cosas que son inconmovibles. 28 Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible(AC), demostremos[g] gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable(AD) con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor(AE).

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Footnotes

  1. Hebreos 12:20 Algunos mss. posteriores agregan: o traspasada con dardo
  2. Hebreos 12:23 O, y a miríadas de ángeles en festiva asamblea
  3. Hebreos 12:25 Lit., no escapaban
  4. Hebreos 12:25 O, advirtió
  5. Hebreos 12:25 Lit., más
  6. Hebreos 12:25 O, advierte
  7. Hebreos 12:28 Lit., tengamos

18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,(A) 20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;(B) 21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;(C) 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.(D)

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra,(E) mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.(F) 27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.(G)

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