Add parallel Print Page Options

Saludo

El Anciano a la Señora elegida por Dios y a sus hijos a quienes amo conforme a la verdad; y no solamente yo, sino todos cuantos han conocido la verdad. Compartimos, en efecto, la verdad que permanece en nosotros y nos acompañará siempre. Que la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estén con nosotros, junto con la verdad y el amor.

Vida en el amor y la verdad

Me he alegrado sobremanera al comprobar que bastantes de tus hijos viven conforme a la verdad según el mandamiento del Padre. Ahora, Señora, te ruego que nos amemos unos a otros, no como si te escribiera sobre un mandamiento nuevo, sino sobre el que tenemos desde el principio. Y como amar significa cumplir los mandamientos del Señor, vivid conforme al mandamiento del amor, tal como se os enseñó desde el principio.

Entre vosotros andan muchos embaucadores que no quieren reconocer a Jesucristo como verdadero hombre; a ellos pertenece el seductor y el anticristo. Estad, pues, alerta para que no echéis a perder el fruto de vuestro esfuerzo y recibáis completa vuestra paga. Quien se descarría y no permanece fiel a la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios. Pero quien permanece fiel a esa enseñanza, tiene al Padre y al Hijo. 10 No ofrezcáis vuestra casa, y ni siquiera saludéis, al que acuda a vosotros sin llevar el aval de esta enseñanza; 11 saludarlo equivale a hacerse cómplice del mal que está causando.

Despedida

12 Tendría muchas más cosas que escribiros, pero no quiero hacerlo utilizando papel y tinta. Espero encontrarme pronto entre vosotros y hablaros personalmente para que vuestra alegría sea completa. 13 Te saludan los hijos de tu hermana, que también ha sido elegida por Dios.

Salutación

El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros: Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.

Permaneced en la doctrina de Cristo

Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre. Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.(A) Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio. Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.

Espero ir a vosotros

12 Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido.

13 Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén.