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Muerte de Joram

14 Y Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi, conspiró contra Joram. El rey Joram, con todo Israel, había estado defendiendo a Ramot de Galaad contra Hazael, rey de Aram(A), 15 pero Joram[a] había regresado a Jezreel para ser curado de las heridas que los arameos le habían hecho cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Y Jehú dijo: «Si es el deseo de ustedes, que nadie se escape ni salga de la ciudad para ir a anunciarlo en Jezreel(B)». 16 Entonces Jehú montó en un carro y fue a Jezreel, porque Joram estaba allí en cama. Y Ocozías, rey de Judá, había descendido para ver a Joram(C).

17 Y el centinela que estaba en la torre de Jezreel vio la comitiva de Jehú que venía, y dijo: «Veo una comitiva». Y Joram dijo: «Toma un jinete y envíalo a su encuentro, y que diga: “¿Hay paz?”». 18 Fue el jinete a su encuentro, y dijo: «Así dice el rey: “¿Hay paz?”». Y Jehú dijo: «¿Qué tienes tú que ver con la paz? Ponte[b] detrás de mí(D)». Y el centinela le avisó: «El mensajero llegó hasta ellos, pero no regresó». 19 Entonces envió un segundo jinete, que vino a ellos, y dijo: «Así dice el rey: “¿Hay paz?”». Y Jehú respondió: «¿Qué tienes tú que ver con la paz? Ponte detrás de mí». 20 El centinela le aviso de nuevo(E): «Él llegó hasta ellos, y no regresó; y el modo de guiar es como el guiar de Jehú, hijo de Nimsi, porque guía alocadamente(F)».

21 Entonces Joram(G) dijo: «Preparen el carro». Y prepararon su carro. Y salieron Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro, y fueron al encuentro de Jehú, y lo hallaron en el campo de Nabot de Jezreel(H). 22 Cuando Joram vio a Jehú, dijo: «¿Hay paz, Jehú?». Y él respondió: «¿Qué paz, mientras sean tantas las prostituciones de tu madre Jezabel(I) y sus hechicerías?».

23 Pero Joram volvió las riendas[c] para huir, y dijo a Ocozías: «¡Traición(J), Ocozías!». 24 Pero Jehú entesó su arco con toda su fuerza e hirió a Joram en la espalda(K); y la flecha salió por su corazón y se desplomó en su carro. 25 Entonces Jehú dijo a su oficial Bidcar: «Tómalo y tíralo en la porción del campo de Nabot de Jezreel(L), pues recuerdo cuando tú y yo íbamos juntos montados detrás de su padre Acab(M), que el Señor pronunció esta sentencia contra él(N): 26 “Ayer ciertamente he visto la sangre de Nabot(O) y la sangre de sus hijos”, declaró el Señor, “y te recompensaré en este campo(P)”, declaró el Señor. Ahora pues, tómalo y tíralo en el campo, conforme a la palabra del Señor».

27 Cuando Ocozías, rey de Judá, vio esto, huyó por el camino de la casa del huerto(Q). Y Jehú lo persiguió y dijo: «Mátenlo a él también en el carro». Y lo hirieron en la subida de Gur, que está en Ibleam. Y huyó a Meguido(R), y allí murió. 28 Entonces sus siervos lo llevaron en carro a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro(S) con sus padres en la ciudad de David.

29 En el año once de Joram, hijo de Acab, Ocozías había comenzado a reinar sobre Judá(T).

30 Y llegó Jehú a Jezreel, y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos, adornó(U) su cabeza y se asomó por la ventana. 31 Cuando Jehú entraba por la puerta, ella dijo: «¿Le va bien a Zimri, asesino de tu señor(V)?». 32 Entonces Jehú alzó su rostro hacia la ventana y dijo: «¿Quién está conmigo? ¿Quién?». Y dos o tres oficiales se asomaron desde arriba. 33 Y Jehú les dijo: «Échenla abajo». Y la echaron abajo y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó. 34 Cuando él entró, comió y bebió; entonces dijo: «Encárguense ahora de esta maldita(W) y entiérrenla, pues es hija de rey(X)».

35 Cuando fueron a enterrarla, no encontraron de ella más que el cráneo, los pies y las palmas de sus manos. 36 Entonces, volvieron y se lo hicieron saber. Entonces Jehú dijo: «Esta es la palabra que el Señor habló por medio de Su siervo Elías el tisbita: “En la parcela de Jezreel los perros comerán la carne de Jezabel(Y); 37 y el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre la superficie del campo(Z) en la parcela de Jezreel, para que no puedan decir: ‘Esta es Jezabel’”».

Reinado de Jehú

10 Acab tenía setenta hijos en Samaria. Y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los príncipes de Jezreel, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Acab(AA), diciendo: «Ahora, cuando esta carta llegue a ustedes(AB), como los hijos de su señor están con ustedes, así como también los carros y los caballos y una ciudad fortificada y las armas, escojan al mejor y más capaz[d] de entre los hijos de su señor, y pónganlo en el trono de su padre, y luchen por la casa de su señor». Pero ellos temieron en gran manera y dijeron: «Si los dos reyes no pudieron sostenerse(AC) delante de él; ¿cómo, pues, podremos sostenernos nosotros?». Y el que estaba a cargo de la casa, y el que estaba sobre la ciudad, los ancianos, y los preceptores de los hijos, enviaron palabra a Jehú, diciendo: «Somos sus siervos, haremos todo lo que nos digas, a nadie proclamaremos rey. Haga usted lo que le parezca(AD) bien». Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: «Si están de mi parte y escuchan mi voz, tomen las cabezas de los hombres, de los hijos de su señor, y vengan a verme a Jezreel mañana a estas horas». Y los hijos del rey, setenta personas, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban.

Cuando les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey y los degollaron, setenta personas(AE), pusieron sus cabezas en canastas y se las enviaron a Jehú en Jezreel. Cuando el mensajero vino y le avisó: «Han traído las cabezas de los hijos del rey», él dijo: «Pónganlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana». Por la mañana, Jehú salió, y estando en pie, dijo a todo el pueblo: «Ustedes son inocentes[e](AF); porque yo conspiré contra mi señor y lo maté(AG), pero, ¿quién mató a todos estos? 10 Sepan entonces que no caerá a tierra ninguna de las palabras del Señor, las cuales el Señor habló acerca de la casa de Acab(AH). El Señor ha hecho lo que habló por medio de Su siervo Elías(AI)». 11 Jehú mató a todos los que quedaban de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus grandes, a sus amigos íntimos y a sus sacerdotes, hasta que no le dejó ningún sobreviviente(AJ).

12 Después Jehú se levantó y partió, y fue a Samaria. En el camino mientras estaba en Bet Eked de los pastores, 13 se encontró con los parientes[f] de Ocozías, rey de Judá(AK), y les preguntó: «¿Quiénes son ustedes?». Y ellos respondieron: «Somos parientes[g] de Ocozías; y hemos descendido para saludar a[h] los hijos del rey y a los hijos de la reina madre». 14 Entonces Jehú dijo: «Tómenlos vivos». Y los tomaron vivos, y los mataron en el foso de Bet Eked, cuarenta y dos hombres. No dejó ninguno de ellos.

15 Cuando partió de allí, Jehú se encontró con Jonadab, hijo de Recab(AL), que venía a su encuentro, lo saludó[i] y le dijo: «¿Es recto tu corazón como mi corazón es con el tuyo?». Y Jonadab respondió: «Lo es». Y Jehú dijo: «Si lo es, dame la mano(AM)». Y le dio su mano y lo hizo subir al carro. 16 Y él dijo: «Ven conmigo y verás mi celo por el Señor(AN)». Y lo hizo ir con él en su carro. 17 Cuando llegó a Samaria, mató a todos los que quedaban de Acab(AO) en Samaria, hasta acabar con ellos, conforme a la palabra que el Señor había hablado a Elías(AP).

18 Entonces Jehú reunió a todo el pueblo, y les dijo: «Acab sirvió a Baal(AQ) un poco, Jehú lo servirá mucho. 19 Llamen ahora a todos los profetas de Baal, a todos sus adoradores y a todos sus sacerdotes. Que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrificio para Baal(AR); todo el que falte no vivirá». Pero Jehú lo hizo con astucia para poder destruir a los adoradores de Baal.

20 Y Jehú dijo: «Santifiquen una asamblea(AS) solemne para Baal». Y ellos la convocaron(AT). 21 Entonces Jehú envió aviso por todo Israel y vinieron todos los adoradores de Baal, y no quedó ninguno que no viniera. Y cuando entraron en la casa de Baal(AU), la casa de Baal se llenó de un extremo al otro. 22 Y dijo al que estaba encargado del vestuario: «Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal». Y él les sacó vestiduras. 23 Jehú entró en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: «Busquen y vean que no haya aquí con ustedes ninguno de los siervos del Señor, sino solo los adoradores de Baal». 24 Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: «El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él(AV)».

25 Tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales(AW): «Entren, mátenlos; que ninguno salga(AX)». Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales los echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior[j] de la casa de Baal.

Footnotes

  1. 2 Reyes 9:15 Heb. Jehoram, aquí y en el resto del cap. excepto en los vers. 16 y 29.
  2. 2 Reyes 9:18 Lit. Vuelve.
  3. 2 Reyes 9:23 Lit. manos.
  4. 2 Reyes 10:3 Lit. justo.
  5. 2 Reyes 10:9 Lit. justos.
  6. 2 Reyes 10:13 Lit. hermanos.
  7. 2 Reyes 10:13 Lit. hermanos.
  8. 2 Reyes 10:13 Lit. para el bienestar de.
  9. 2 Reyes 10:15 Lit. bendijo.
  10. 2 Reyes 10:25 Lit. la ciudad.