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19 Ozías con el incensario en la mano se encolerizó contra los sacerdotes y en ese momento le salió lepra en la frente allí mismo, ante los sacerdotes, en pleno Templo, junto al altar del incienso. 20 Cuando el sumo sacerdote Azarías y los demás sacerdotes lo miraron y se dieron cuenta de que tenía lepra en la frente, lo echaron inmediatamente de allí, y él mismo se apresuró a salir, consciente de que el Señor lo había castigado.

21 El rey Ozías siguió leproso hasta el día de su muerte, por lo que tuvo que vivir apartado en una casa, pues como leproso tenía prohibida la entrada en el Templo del Señor. Su hijo Jotán quedó al frente del palacio y gobernaba al pueblo.

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