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También designó de sus propios bienes la porción del rey para los holocaustos(A), es decir, para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y los holocaustos de los días de reposo, de las lunas nuevas y de las fiestas señaladas, como está escrito en la ley del Señor(B). También ordenó al pueblo que habitaba en Jerusalén que diera la porción(C) correspondiente a los sacerdotes y a los levitas, a fin de que se pudieran dedicar a la ley del Señor(D).

Tan pronto como se divulgó la orden[a], los israelitas proveyeron en abundancia las primicias de grano, vino nuevo, aceite, miel y de todo producto del campo. Trajeron el diezmo(E) de todo en abundancia.

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Footnotes

  1. 2 Crónicas 31:5 Lit. palabra.