2 Macabeos 4:7-17
Dios Habla Hoy
Antíoco IV Epífanes: introducción de costumbres paganas en Israel(A)
7 Cuando Seleuco murió, lo sucedió Antíoco, conocido con el nombre de Epífanes. Entonces Jasón, hermano de Onías, compró con dinero el cargo de sumo sacerdote; 8 en una entrevista con el rey, prometió darle once mil ochocientos ochenta kilos de plata como tributo, más otros dos mil seiscientos cuarenta de entradas adicionales. 9 Se comprometió, además, a pagar casi cinco mil kilos de plata, si lo autorizaba a establecer, por cuenta propia, un gimnasio y un centro de deportes y cultura griega, y si daba a los habitantes de Jerusalén el derecho de ciudadanos de Antioquía. 10 El rey le concedió lo que pedía, y desde que Jasón tomó posesión del cargo, fomentó entre sus compatriotas la manera griega de vivir. 11 Renunció a los privilegios que bondadosamente los reyes habían concedido a los judíos por intercesión de Juan, el padre de Eupólemo. Este Eupólemo es el mismo que fue enviado a hacer un tratado de amistad y pacto con los romanos. Jasón suprimió además las costumbres conformes con la ley e introdujo otras contrarias a ella. 12 Se apresuró a construir un gimnasio al pie de la ciudadela, e hizo que los jóvenes más sobresalientes se dedicaran a los ejercicios del gimnasio. 13 La extremada maldad del impío y falso sumo sacerdote Jasón hizo que por todas partes se propagara la manera griega de vivir, y que aumentara el deseo de imitar lo extranjero. 14 Así, los sacerdotes dejaron de mostrar interés por el servicio del altar, y ellos mismos, despreciando el templo y descuidando los sacrificios, en cuanto sonaba la señal se apresuraban a ayudar a los luchadores a entrenarse en los ejercicios prohibidos por la ley. 15 Despreciaban por completo los honores de la propia patria, y estimaban en sumo grado las glorias de los griegos. 16 Pero precisamente por eso se vieron en una situación difícil: aquellos mismos a quienes se propusieron seguir y copiar en todo, fueron después sus enemigos y verdugos. 17 Porque la violación de las leyes divinas no queda sin castigo, como lo demuestra la historia que sigue.
Read full chapterDios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.