Add parallel Print Page Options

David y Mefiboset

El rey David averiguó si había alguien de la familia de Saúl a quien pudiera beneficiar en memoria de Jonatán y, como la familia de Saúl había tenido un administrador que se llamaba Siba, mandaron a llamarlo. Cuando Siba se presentó ante David, este le preguntó:

―¿Eres tú Siba?

―A tus órdenes —respondió.

―¿No queda nadie de la familia de Saúl a quien yo pueda beneficiar en el nombre de Dios? —volvió a preguntar el rey.

―Sí. Todavía le queda a Jonatán un hijo que está tullido de ambos pies —le respondió Siba.

Read full chapter