22 fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían.

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22 y allí infundían ánimo a los discípulos y los alentaban a mantener la fe. Les decían: «Para entrar en el reino de Dios nos es necesario pasar por muchas tribulaciones.»

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22 fortaleciendo los ánimos de los discípulos(A), exhortándolos a que perseveraran en la fe(B), y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones(C) entremos en el reino de Dios.

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22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

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porque el Señor disciplina a los que ama
    y azota a todo el que recibe como hijo».[a]

Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos. Después de todo, nuestros padres humanos nos disciplinaban y los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus y viviremos? 10 En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad. 11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien dolorosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.

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Footnotes

  1. 12:6 Pr 3:11,12, el autor cita la LXX.

porque el Señor disciplina al que ama,
y azota a todo el que recibe como hijo.»(A)

Si ustedes soportan la disciplina, Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline? Pero si a ustedes se les deja sin la disciplina que todo el mundo recibe, entonces ya no son hijos legítimos, sino ilegítimos. Por otra parte, tuvimos padres terrenales, los cuales nos disciplinaban, y los respetábamos. ¿Por qué no mejor obedecer al Padre de los espíritus, y así vivir? 10 La verdad es que nuestros padres terrenales nos disciplinaban por poco tiempo, y como mejor les parecía, pero Dios lo hace para nuestro beneficio y para que participemos de su santidad. 11 Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia.

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porque el Señor al que ama, disciplina(A),
y azota a todo el que recibe por hijo(B).

Es para vuestra corrección[a] que sufrís[b]; Dios os trata como a hijos(C); porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline? Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos(D). Además, tuvimos padres terrenales[c] para disciplinarnos, y los respetábamos(E), ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros[d] espíritus(F), y viviremos(G)? 10 Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad(H). 11 Al presente ninguna[e] disciplina parece ser[f] causa de gozo, sino de tristeza[g](I); sin embargo, a los que han sido ejercitados[h] por medio de[i] ella, les da después fruto apacible de justicia(J).

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Footnotes

  1. Hebreos 12:7 O, disciplina, o, instrucción
  2. Hebreos 12:7 O, soportáis, o, sobrelleváis
  3. Hebreos 12:9 Lit., de nuestra carne
  4. Hebreos 12:9 O, los
  5. Hebreos 12:11 Lit., toda
  6. Hebreos 12:11 Lit., parece no ser
  7. Hebreos 12:11 O, pesar
  8. Hebreos 12:11 O, adiestrados, o, entrenados
  9. Hebreos 12:11 O, en

Porque el Señor al que ama, disciplina,

Y azota a todo el que recibe por hijo.(A)

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

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