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Quinta visión

Vi al Señor parado al lado del altar del templo de Jerusalén, y dijo: «Destrocen los capiteles de las columnas y sacudan el templo hasta que las columnas se desmoronen y el techo se desplome sobre la gente. Si alguno queda vivo en esa ocasión, entonces haré que muera en la guerra. ¡Ninguno logrará escapar con vida! Aunque hagan un hueco y traten de bajar a lo más profundo de la tierra, hasta allí iré a buscarlos y los sacaré para darles su merecido; aunque pudieran subir al cielo intentando escapar, yo los haría descender para darles el castigo que se merecen.

»Aunque se escondan entre las rocas en la cima del monte Carmelo, yo los buscaré allá y los capturaré. Aunque se escondan en el fondo del océano, yo enviaré la serpiente marina tras ellos para morderlos y destruirlos. Aunque sus enemigos se los lleven como esclavos a un país muy lejano, hasta allá haré que mueran atravesados por la espada. Yo me aseguraré de que reciban mal y no bien».

Dios, el Señor Todopoderoso, toca la tierra y esta se derrite ante lo intenso de su cólera; la hace subir y bajar como si fuera el río Nilo, como ocurre en un terremoto. Por eso, lloran todos los habitantes de la tierra.

El Señor construyó su palacio en el cielo, y ha puesto sus cimientos en la tierra. Él llama a las aguas del mar y las derraman como lluvia sobre la tierra. Su nombre es el Señor.

El Señor ha dicho: «Israelitas, ¿acaso no son ustedes para mí iguales que los cursitas? ¿Acaso yo, que los saqué a ustedes de Egipto, no he hecho lo mismo con otros pueblos también? Yo saqué de Creta a los filisteos y de Quir a los sirios. Lo ha dicho el Señor.

»Mis ojos están observando a Israel, esa nación tan inclinada a la maldad; por lo que veo, exterminaré a sus habitantes, los descendientes de Jacob; aunque dejaré a algunos de ellos con vida. Lo ha dicho el Señor.

»Pues yo he mandado que Israel sea zarandeado por las otras naciones, como se zarandea el trigo en una criba, sin que un solo grano caiga a tierra. 10 En cambio, sí morirán en batalla todos estos malvados que dicen: “Dios no nos tocará; ninguna desgracia tendremos que sufrir nosotros”.

Restauración de Israel

11 »Luego, en ese tiempo yo repararé la casa de David, repararé sus grietas, levantaré sus murallas, y haré que vuelva a ser tan importante como antes. 12 Israel, que es mi pueblo, se adueñará de lo que queda de Edom y de todas las naciones vecinas. Lo ha dicho el Señor, quien hará que esto ocurra.

13 »El tiempo vendrá cuando habrá tal abundancia de cosechas, que la temporada de la siega casi no habrá terminado cuando el agricultor comenzará de nuevo a sembrar para otra cosecha; y los montes sembrados de uvas producirán tanto, que sobrará el vino. ¡Sí, de las colinas bajará el vino como si fuera un río! Lo ha dicho el Señor.

14 »Ese día, yo haré que mi pueblo Israel regrese a su país. Entonces reconstruirán sus ciudades arruinadas, y vivirán en ellas de nuevo; plantarán viñas y disfrutarán de su vino, cultivarán la tierra y comerán sus cosechas. 15 Yo los plantaré firmemente allí sobre la tierra que les he dado; y nunca más serán arrancados de su tierra». Lo ha dicho el Señor, tu Dios.

Los juicios de Jehová son ineludibles

Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Derriba el capitel, y estremézcanse las puertas, y hazlos pedazos sobre la cabeza de todos; y al postrero de ellos mataré a espada; no habrá de ellos quien huya, ni quien escape.

Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender. Si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; y aunque se escondieren de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá. Y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré la espada, y los matará; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien.

El Señor, Jehová de los ejércitos, es el que toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran; y crecerá toda como un río, y mermará luego como el río de Egipto. Él edificó en el cielo sus cámaras, y ha establecido su expansión sobre la tierra; él llama las aguas del mar, y sobre la faz de la tierra las derrama; Jehová es su nombre.

Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de etíopes, dice Jehová? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos? He aquí los ojos de Jehová el Señor están contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice Jehová.

Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra. 10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni nos alcanzará el mal.

Restauración futura de Israel

11 En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado; 12 para que aquellos sobre los cuales es invocado mi nombre posean el resto de Edom, y a todas las naciones, dice Jehová que hace esto.(A)

13 He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. 14 Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. 15 Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.

Quinta visión

Vi al Señor de pie junto al altar y él dijo:

«Golpea los capiteles de las columnas
    para que se estremezcan los umbrales
y caigan en pedazos sobre sus cabezas.
    A los que queden los mataré a espada.
Ni uno solo escapará,
    ninguno saldrá con vida.
Aunque caven hasta las profundidades del abismo,[a]
    de allí los sacará mi mano.
Aunque suban hasta el cielo,
    de allí los derribaré.
Aunque se oculten en la cumbre del Carmelo,
    allí los buscaré y los atraparé.
Aunque de mí se escondan en el fondo del mar,
    allí ordenaré a la serpiente que los muerda.
Aunque vayan al destierro cautivos por sus enemigos,
    allí ordenaré que los mate la espada.

»Para mal y no para bien,
    fijaré en ellos mis ojos».

El Señor y Dios de los Ejércitos
    toca la tierra y ella se desmorona.
Sube y baja la tierra
    como las aguas del Nilo, el río de Egipto,
    y se enlutan todos los que en ella viven.
Dios construye su excelso palacio en el cielo
    y pone su cimiento[b] en la tierra,
llama a las aguas del mar
    y las derrama sobre la superficie de la tierra:
    su nombre es el Señor.

«Israelitas, ¿acaso ustedes
    no son para mí como cusitas?
¿Acaso no saqué de Egipto a Israel,
    de Creta[c] a los filisteos
    y de Quir a los arameos?»,
    afirma el Señor.

«Por eso los ojos del Señor y Dios
    están sobre este reino pecador.
Borraré de la faz de la tierra a los descendientes de Jacob,
    aunque no del todo»,
    afirma el Señor.
«Daré la orden de sacudir al pueblo de Israel
    entre todas las naciones,
como se sacude el trigo en una zaranda,
    sin que caiga a tierra ni un solo grano.
10 Morirán a filo de espada
    todos los pecadores de mi pueblo,
todos los que dicen:
    “No nos alcanzará la calamidad;
    ¡jamás se nos acercará!”.

Restauración de Israel

11 »En aquel día

»restauraré la casa[d] caída de David.
    Repararé sus grietas,
    restauraré sus ruinas
    y la reconstruiré tal como era en días pasados,
12 para que ellos posean el remanente de Edom
    y todas las naciones sobre las que se ha invocado mi nombre»,
afirma el Señor,
    quien hará estas cosas.

13 «Vienen días», afirma el Señor,

«en los cuales el que ara alcanzará al segador
    y el que pisa las uvas, al sembrador.
Los montes destilarán vino dulce,
    el cual correrá por todas las colinas.
14 Restauraré[e] a mi pueblo Israel;

    ellos reconstruirán las ciudades arruinadas
    y vivirán en ellas.
Plantarán viñedos y beberán su vino;
    cultivarán huertos y comerán sus frutos.
15 Plantaré a Israel en su propia tierra,
    para que nunca más sea arrancado
    de la tierra que yo le di»,

dice el Señor tu Dios.

Footnotes

  1. 9:2 del abismo. Lit. del Seol.
  2. 9:6 excelso palacio … cimiento. Palabras de difícil traducción.
  3. 9:7 Creta. Lit. Caftor.
  4. 9:11 casa. Lit. tienda.
  5. 9:14 Restauraré. Alt. Haré volver a los cautivos de.